Competirán por la jefatura de la CGT en julio; el metalúrgico logró el aval de su gremio
Por Nicolas Balinotti |
Uno reconoció en público y abiertamente su intención de continuar al frente de la CGT . El otro logró el necesario respaldo de su gremio para competir por la conducción de la central obrera. Desde ayer, la elección prevista para el 12 de julio próximo tiene definidos a dos candidatos reales: Hugo Moyano y Antonio Caló.
En Paraná, el camionero confirmó ayer desde un atril lo que ya había anticipado al consejo directivo cegetista: se someterá a la elección interna para extender su mandato por cuatro años más. "Hicimos cuentas y los números nos dan: hay Moyano para rato", se entusiasmó un aliado.
La disidencia moyanista, que anoche participó de un acto en la Casa Rosada, también se siente abrumadoramente ganadora. Pero el cálculo es aún incierto y apresurado.
Tras el congreso de delegados, Caló consiguió ayer el aval de su gremio, según informó la agencia Télam. El líder de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) salió, así, airoso de un brete interno: sin el respaldo de su tropa, no estaba dispuesto a darle pelea a Moyano. Caló ahora no desestima quedarse simultáneamente con las conducciones de la CGT y la UOM, una alternativa que al principio había sido rechazada porque no coincidía con una vieja tradición metalúrgica.
Caló fue invitado a participar el martes que viene de una cumbre de opositores a Moyano, en la sede del gremio de Luz y Fuerza. Se espera que allí el metalúrgico reciba el apoyo de más de 50 dirigentes que se encolumnarán detrás de su candidatura.
"Si los muchachos están dispuestos, yo también. Hay que intentar un acuerdo con todos los sectores", dijo Caló en Mar del Plata, en el cierre del encuentro metalúrgico.
Moyano, por su parte, participará hoy y mañana de una jornada con los petroleros de Neuquén. Escenificará su poder ante un auditorio de miles de trabajadores que le garantiza Guillermo Pereyra, el influyente sindicalista patagónico. "El discurso de Hugo será más duro de lo que viene siendo últimamente", anticipó un dirigente que acompaña al jefe de la CGT en su gira por el Sur.
No se descarta que Moyano acentúe sus críticas al Gobierno tras la decisión presidencial de quitar un subsidio a los empresarios que le dan trabajo a una gran mayoría de los afiliados a su gremio. La eliminación del llamado Régimen de Fomento de la Profesionalización del Transporte de Cargas (Refop) prevé una paritaria tensa y conflictiva. La negociación será recién en junio.
En el corazón del moyanismo tomaron este último avance del Gobierno como un clara intervención oficial en la interna de la CGT. De hecho, mientras Moyano criticó ayer algunas medidas kirchneristas, la Presidenta agrupó en la primera fila de la Casa Rosada a los sindicalistas que impulsan la salida del camionero de la central obrera.
Caló no estuvo ayer en Balcarce 50, pero había participado hace dos días del acto en el que Cristina Kirchner formalizó la eliminación del Refop, una medida que afectó directamente a Moyano.
