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13/04/2012 Ámbito Financiero - Nota - Economía - Pág. 3

Aliviar caja fiscal, primer objetivo económico

Por: Carlos Burgueño
Hernán Lorenzino

Reducir a su mínima expresión en 2013 el déficit energético, que este año superará los u$s3.000 millones, que para el mismo ejercicio se vaya bajando rápidamente el dinero destinado a importar combustible, que para el primer semestre de este año llegaría a los u$s7.000 millones y superaría los u$s10.000 millones en el año, que haya precio diferencial para el combustible de Aerolíneas Argentinas, tener un control cercano al principal aportante al sistema impositivo local y, eventualmente, tener un acceso a una caja que debería generar un piso de u$s2.000 millones de ganancia por año.

Más allá de todas las cuestiones políticas, el Gobierno tiene estas metas económicas y fiscales para terminar de avanzar sobre la mayoría de YPF. Con más del 50% de las acciones, la Nación podrá decidir qué se hace con los fondos que generará la petrolera y utilizar sus recursos como un instrumento más de política económica activa, en años de «Sintonía fina».

Siempre habrá que recordar que la génesis del avance oficial sobre Repsol se generó en octubre del año pasado, luego del triunfo del 23 de ese mes y en plena corrida contra el dólar, cuando el Gobierno terminó de descubrir que para este ejercicio se deberían destinar más de u$s9.000 millones para cubrir la necesidad de financiamiento para las importaciones de combustibles. Se concluyó en Olivos que la gran culpable de esta situación fue Repsol y su falta de reinversión en YPF.

A partir de ese escenario, desde el Gobierno se comenzó a cambiar la estrategia fiscal de todo 2012; mientras que, políticamente, se abrió el período de desarrollo de la estrategia de toma de la mayoría de la petrolera.

Las ideas fiscales y económicas que tiene en mente el Gobierno con una YPF bajo su dominio, son las siguientes.

Déficit energético. La reforma de la Carta Orgánica del BCRA trajo tranquilidad al frente fiscal, ya que el dinero de las reservas se utilizará para cubrir los desequilibrios entre ingresos y egresos de este año; los números energéticos encendieron las alarmas para este ejercicio. Según los datos ya preparados por el Ministerio de Economía, de Hernán Lorenzino, la proyección para 2012 habla de un déficit entre importaciones y exportaciones de combustibles de u$s6.000 millones, cuando el Presupuesto autorizaba exactamente la mitad. Incluso el número sería mayor si el crecimiento económico de este año superara el 5,1%. Sucede que el cálculo original aprobado por el Congreso en octubre pasado se explicaba por la aplicación de algunas políticas activas, como las rebajas serias de los niveles de subsidios y una suba en las tarifas energéticas. Esto no se dio como se esperaba, y las necesidades de combustibles para el invierno continuarán en niveles altos. El cuadro real entonces es que para 2011 las exportaciones fueron de u$s4.000 millones mientras que las importaciones treparon a u$s7.000 millones. Para este año el piso de importaciones será de u$s10.000 millones y exportaciones por u$s4.000 millones. El esquema será insostenible en 2013, y la idea del Gobierno es reducir drásticamente estos números. Si es necesario, se utilizará el dinero de las ganancias de la empresa para importar combustibles; idea que ya había sido expuesta por los representantes del Gobierno en el directorio de la compañía.

Aerolíneas Argentinas. Desde hace más de un año el Gobierno busca que la petrolera brinde un precio subsidiado a la aerolínea para la venta de combustibles. La propia Cristina de Kirchner había declarado en enero que para este año la empresa dedicaría unos u$s500 millones para la compra del insumo sólo para vuelos de cabotaje, y que a la aplicación del precio internacional del petróleo para Aerolíneas se debía gran parte de su déficit operativo. El 20 de febrero el Gobierno dio un nuevo paso acusando a las petroleras (comenzando por YPF), ante la Comisión de Defensa de la Competencia, cuyo máximo responsable es el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, por venderle a Aerolíneas combustible a un precio superior al de otros mercados. Lo que buscará el Gobierno con la mayoría de la petrolera, es que el JP1 (el combustible que utilizan los aviones) que YPF produce en su totalidad en el país, tenga un precio diferencial para la aerolínea que le permita reducir su déficit y mejorar sus números internos.

YPF, principal contribuyente. La petrolera es la persona jurídica (empresa), más importante para el sistema impositivo argentino. Sus aportes tributarios, según los números bursátiles, hablan de más de un promedio de $25.000 millones anuales; divididos en Ganancias, IVA y retenciones a las exportaciones de combustibles; obviamente dependiendo del año en que se trate. La forma y velocidad de esas liquidaciones también pasará a ser administrada por hombres cercanos al gobierno; incluyendo la posibilidad de adelantar algún vencimiento futuro en eventuales momentos de debilidad fiscal.

Caja. A números de hoy, la empresa tendría una ganancia luego del pago de impuestos potencial de entre U$S1.000 y 2.000 millones. La última cumbre de directorio del 22 de marzo pasado, con mayoría de Repsol, resolvió que unos $5.789 millones, sirva para capitalizar acciones y no para reinversión. Antes el gobierno le había prohibido a la empresa comprar dólares y girar al exterior esos dividendos. Si el estado nacional tuviera la mayoría, ese dinero de potenciales ganancias podría ser de disponibilidad pública. En otras palabras, en momentos de necesidad, existirían unos $4.000 a $5.000 millones a disponibilidad de la caja pública.

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