Críticas a la política energética en las siete horas que duró la presentación oficial.
NESTOR SIEIRA Argumentos. Gerardo Morales UCR dijo que con Aerolíneas nos tuvimos que hacer cargo del muerto. Kicillof le gritó: ¡Falso! ¡Falso!.
Fueron casi siete interminables horas en el Salón Azul del Congreso. El clima fue casi tan pesado como la elegante araña que ilumina desde sus cuatro toneladas de peso. Chicanas, gritos fuera de micrófono, opositores con largos discursos y reacciones destempladas del ministro Julio De Vido, quien llegó a destratar a una senadora de la UCR: "¡Si vos estás harta y estás cansada, lo lamento querida!", le espetó.
La senadora es Laura Montero, mendocina, ex ministra de Economía provincial. En su discurso se había manifestado "harta y cansada" de realizar pedidos de informes al Ejecutivo que nunca le contestan. Llevaban más de cinco horas, todos sentados escuchándose. A De Vido lo había envalentonado el jefe del bloque kirchnerista Miguel Pichetto, quien a la misma Montero le había reclamado que "no nos vengan a bajar línea" porque "hubo dos gobernadores radicales que apoyaron la privatización de YPF. ¡Ustedes (los radicales) también tienen a (Daniel) Montamat y a (Jorge) Lapeña, que sabemos para quién trabajan!". Apenas comenzó el encuentro, después de las 12,30, Axel Kicillof hizo una larga defensa del proyecto. Y al rato llegó el primer cruce, tras las palabras del radical Luis Sesión cancelada Los senadores del oficialismo suspendieron la sesión de hoy en la Cámara para seguir el debate en comisiones por YPF. Igual no querían sesionar para evitar que se hable del caso Ciccone y Boudou.
Naidenoff, quien le achacó a De Vido que "olvidó" que la privatización de 1992 fue apoyada por Néstor y Cristina Kirchner. "Ustedes lo permitieron, asuman sus responsabilidades", dijo.
-No hablemos de responsabilidades- contestó De Vido y le recordó el gobierno de la Alianza.
-¡Caradura! ¡Mentiroso! ¡No te da vergüenza!- retrucó Naidenoff, a grito pelado y sin micrófono.
Kicillof fue mesurado: "Senador, usted me viene con una cita de hace 20 años. Me parece improcedente". Y pidió que "paren con las chicanas".
No lo fue tanto con Gerardo Morales, quien aseguró que en el caso de Aerolíneas Argentinas (también expropiada) "nos tuvimos que hacer cargo del muerto". "¡Falso! ¡Falso!" le gritó el viceministro.
"Nos llama la atención por qué no mencionó la responsabilidad de la familia Eskenazi ¿Por qué se expropia solamente a la parte española?", continuó Morales.
Otro radical, Ernesto Sanz, fue cáustico. Leyó un discurso de Cristina donde ella se refiere con familiaridad asombrosa a Eskenazi (a quien llama "Sebastián") y a Brufau (le dice "Antonio").
Fue hace un año. De Vido no se quiso comprar otra polémica. "La Presidenta se refería a un descubrimiento importante de gas. Y sí, Brufau se llama Antonio y Eskenazi, Sebastián", sentenció. No se permitieron repreguntas.
De a ratos la cosa parecía desmadrarse ("¡No le di la palabra!", "¡al micrófono lo manejo yo!", repetía Aníbal Fernández), y en otros momento aburrían los largos discursos. Como a las 6, Kicillof pidió comida y almorzó allí mismo un plato de ravioles. El hambre le había llevado a equivocar la sintaxis (dijo "rompido" en un momento, en otro se refirió a una senadora como "diputada") y hasta enredos discursivos: "Acá no hay políticas erráticas, hay políticas que fueron cambiando de acuerdo a las circunstancias...". "Erráticas, entonces", murmuró con ironía un opositor.
