Ese esquema fue consensuado entre el gremio y la principal cámara del sector, pero las otras entidades empresarias lo rechazan y alertan que la suba real llega al 34%.
La negociación salarial en la industria metalúrgica ingresó ayer en etapa de definiciones y el Gobierno apuesta a anunciar un acuerdo en las próximas horas, que funcione como referencia obligada para el resto de las paritarias de la actividad privada. Después de varios contactos informales que se sucedieron en las últimas horas entre referentes de la UOM, el gremio que conduce Antonio Caló, y representantes de Adimra, la principal cámara empresaria del sector, se acercaron las posiciones en torno a un aumento salarial escalonado del 24,1% (15% en abril más 8% en agosto, acumulativo) a lo que se sumaría una suma fija de $ 300, lo que llevaría el incremento total a cerca del 28%, según admitieron referentes de ambas entidades.
“Estamos muy cerca, a más tardar entre lunes y martes se estará firmando”, confiaron voceros de la UOM, que advirtieron que aún está pendiente la discusión con los empresarios por el reclamo gremial para la creación de una nueva categoría de convenio. Mayor optimismo deslizaron desde el Ministerio de Trabajo, donde apuestan a que se firme hoy mismo el convenio que la Casa Rosada aspira a convertir en el modelo a replicar en el resto de las negociaciones.
Sin embargo, el principio de entendimiento entre el gremio y Adimra, que eleva el sueldo inicial de la actividad a cerca de $ 4.200, es resistido por las otras cinco cámaras empresarias del sector que tienen previsto realizar hoy una presentación ante la cartera laboral para plantear su imposibilidad de hacer frente a ese incremento. “En realidad se trata de un aumento del 34% que encima se plantea firmar en dos actas, algo imposible de aceptar y ninguna cámara lo va a firmar”, afirmó a este diario el representante de una de las entidades que cuestiona los ejes del convenio que negocian la UOM y Adimra.
En tanto, y a la par de que se resuelve la definición de la paritaria metalúrgica, el gremio bancario y las cámaras que agrupan a los bancos privados y estatales mantuvieron ayer un nuevo encuentro en Trabajo, aunque no lograron destrabar las diferencias por el acuerdo salarial del sector. Desde las entidades financieras se elevó un ofrecimiento de una suba del 18% que fue rechazada por el sindicato que conduce Sergio Palazzo, que hoy realizará un plenario de delegados con el propósito de definir posibles medidas de fuerza.
El gremio exige una piso mínimo del 26% para el aumento de 2012, lo que contemplaría un adicional especial para compensar la pérdida salarial por efecto de la aplicación del impuesto a las Ganancias sobre los sueldos del sector.
