Madrid - Una nueva jornada de huelga de los pilotos de Iberia obligó ayer a la aerolínea española a cancelar 100 de los 286 vuelos programados y afectó a unos 18.000 pasajeros de la compañía.
Los pilotos volvieron a protestar, en su quinta jornada de huelga, contra la creación de la filial de bajo costo Iberia Express, que previsiblemente comenzará a operar el 25 de marzo.
Ya protagonizaron paros el 18 y el 29 de diciembre y el 9 y el 11 de enero. El sindicato de pilotos Sepla convocó a más huelgas para mañana y el lunes próximo ante la falta de un acuerdo en las negociaciones entre el sindicato y la compañía aérea. Sepla sostiene que la creación de Iberia Express contraviene el convenio que se firmó con ellos cuando Iberia y British Airways se fusionaron y asegura que supondrá la pérdida de 5.000 puestos de trabajo.
Iberia, por su parte, defiende que la creación de la filial de bajo costo es necesaria para afrontar las pérdidas de la compañía en el corto y mediano plazo.
Iberia Express pretende iniciar sus vuelos en marzo con cuatro aviones Airbus A320, aunque se prevé que antes de finales de mes la flota se amplíe hasta los 13 aparatos. La compañía se especializará en vuelos dentro de España y de Europa, de manera que la aerolínea matriz podrá concentrarse en los largos trayectos transatlánticos, considerablemente más lucrativos. Más allá de la huelga de pilotos, la compañía aérea logró ayer cerrar otro frente que podría haber acarreado más paros y por tanto más complicaciones para los viajeros.
Iberia llegó a un acuerdo con los tripulantes de cabina, que evita que éstos convoquen sus propias jornadas de huelga en febrero, tal y como habían advertido en su pelea con la empresa por lograr que ésta extienda las garantías de empleo de sus trabajadores hasta 2016. La aerolínea española se ha comprometido a ampliar hasta diciembre de 2014 esas garantías de empleo y contempla una posible prórroga en un año más.
Agencia DPA
