La Nación anunció ayer cambios en tarifas de trenes y colectivos del Gran Buenos Aires. Pero, si se paga con tarjeta, el precio del boleto seguirá siendo de apenas el 34% de lo que cuesta en Córdoba. Randazzo admite que al Amba se destina el triple que al interior.
Agencia DyN
Buenos Aires. El Gobierno nacional decidió subir a partir del 6 de agosto las tarifas de transporte en Capital Federal y el conurbano bonaerense (el Área Metropolitana de Buenos Aires, Amba). El boleto de colectivo pasará de 1,10 a 2 pesos. Y el boleto de trenes, de 0,75 a 1,50 peso (ver gráfico).
Pero eso será así sólo para quienes no paguen en efectivo sino con la tarjeta Sube (similar a la que rige en Córdoba como único medio de pago). Hoy hay 11 millones de usuarios del Amba que tienen tarjeta. Y la diferencia de tarifa actual hará que la tarjeta se use en forma masiva. En los hechos, significa que los usuarios seguirán pagando las viejas tarifas, que se subsidian con fondos nacionales distribuidos en forma muy inequitativa.
El ministro del Interior y de Transporte, Florencio Randazzo, admitió esta inequidad en forma indirecta al indicar que, sólo para el subsidio de colectivos, se destinarán este mes 965 millones de pesos al Amba y 397 millones al resto del país. Esas porciones no respetan siquiera la proporción de habitantes en cada zona. Mucho menos tienen en cuenta que, por la mayor concentración poblacional, la prestación del servicio es más barata en el Amba que en cualquier otra parte. Además, la misma área recibe fondos multimillonarios extra para subsidiar los servicios de trenes suburbanos y subterráneos, inexistentes en el resto del país.
Según Randazzo, ahora habrá un tope en los subsidios a los colectivos que regirá en todo el país. Ese tope congelará la distribución de fondos de julio y "se dará la potestad de fijar el valor del boleto a las jurisdicciones provinciales o municipales para equilibrar eventuales mayores costos". En realidad eso siempre fue así para todo el país (por ejemplo en Córdoba capital a la tarifa la decide el municipio) excepto para el Amba, donde a la tarifa la fija la Nación por ser la autoridad concedente.
"El objetivo central es universalizar el uso de la tarjeta, ya que quienes la tengan seguirán pagando la tarifa actual, y dar eficiencia a la utilización de los recursos del Estado", justificó el titular de la cartera política.
También dijo que se modificará el criterio de asignación de los subsidios. "Hasta ahora -explicó- 50 por ciento de las compensaciones económicas se realizan tomando en cuenta el ingreso por venta de pasajes (que informan las empresas), 25 por ciento responde a la cantidad de pasajeros transportados, y 25 por ciento a la cantidad de kilómetros recorridos".
Tope de choferes. "A partir de ahora se tomarán en cuenta tres parámetros: el personal contratado por la empresa, en base a datos de la Afip sobre nómina salarial y aportes previsionales, el consumo de combustible, y la renovación de unidades necesarias para la prestación", agregó.
En orden al primer parámetro, puntualizó que "se pagará a razón de tres personas por cada colectivo". Indicó que "si una empresa tiene más empleados por colectivo la Nación no tiene por qué pagarle su ineficiencia". Sin embargo, ese es el esquema que rigió durante más de ocho años.
El secretario de Transporte, Alejandro Ramos, dijo que la Nación ya entregó gratis 11 millones de tarjetas. Ahora se venderán a 15 pesos.
En el Ministerio estiman que "sólo diez por ciento de los pasajeros regulares de trenes y colectivos aún no cuentan con la Sube" y que "a partir de este cambio tarifario subirá el número de tarjetas activadas".
