Es el ex diputado Marconato, designado por Cristina. Está al borde de la renuncia.
A poco de haberse cumplido 100 días de su designación como vicepresidente de Aerolíneas Argentinasy Aus- tral Líneas Aéreas, el ex diputado Gustavo Marconato está con un pie fuera de las dos empresas estatizadas a fines de 2008. La fuerte resistencia que le opuso su presidente, Mariano Recalde, quien a su vez cuenta con el apoyo del viceministro de Economía, Axel Kicillof, habría dejado a Marconato a un paso de la renuncia, que se podría concretar esta misma semana, según fuentes del sector aeronáutico. De hecho, Marconato nunca pudo asumir como director de Aerolíneas, ya que la reunión de la junta que debía tratar su nombramieno quedó postergada sin fecha.
Oriundo de Santa Fe, de 48 años, Marconato presidió hasta el 10 de diciembre la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara Baja. Su llegada a Aerolíneas como vicepresidente fue formalizada el 24 de febrero a través del Decreto 264, con la firma de Cristina Fernández de Kirchner, Juan Manuel Abal Medina y Julio De Vido. También contó para esa movida con el respaldo del secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, ante quien habría manifestado la semana pasada su intención de presentar la renuncia.
Marconato había chocado contra Recalde a poco menos de un mes de su designación, cuando intentó armar su propio juego político con los gremios aeronáuticos. Recalde no es necesariamente el dirigente de la agrupación La Cámpora de mejor llegada a la presidente Cristina Fernández, pero tiene un as en la manga: fue él quien trajo al Gobierno a su amigo Axel Kicillof, quien ingresó como subgerente general de Aerolíneas a mediados de 2009.
Al poco tiempo Kicillof tomó vuelo propio: desde el 10 de di- ciembre es viceministro de Economía y ya era director en representación del Estado en Siderar.
Tras su paso como subinterven- tor de YPF, hoy continúa como di- rector de la petrolera estatizada. Y sigue siendo el ejecutor del plan de negocios de Aerolíneas y Austral.
En ese contexto, Aerolíneas aca- ba de incorporar su décimo sépti- mo Boeing 737-NG, en el marco de una renovación de flota donde conviven aviones propios (20 Embraer y dos B 737-NG) con dos decenas de aviones alquilados, entre B 737-NG y Airbus 340.
La empresa requirió durante 2011 subsidios por el equivalente a 805 millones de dólares, según datos la Asociación de Presupuesto y Administración Financiera (ASAP).
