En dos cartas a la embajadora Castro, el Reino Unido, en nombre de los isleños, afirmó que hay disposición para abrir el diálogo. Además piden cooperación pesquera.
El Reino Unido le comunicó a la embajadora argentina en Londres, Alicia Castro, que los malvinenses están dispuestos a aceptar el inicio de conversaciones sobre los vuelos entre las islas y el continente, si existe el compromiso de Buenos Aires de no bloquear el actual vuelo semanal de LAN que comunica a Malvinas con Chile.
Si bien toda negociación sobre las islas es entre Londres y Buenos Aires, el gobierno inglés había adelantado que dependía de la respuesta de los isleños para contestar la oferta que la Presidente Cristina Kirchner hizo públicamente en marzo pasado, al proponer tres vuelos semanalas a Puerto Argentino víaAerolíneas Argentinas.
En las dos cartas que el Foreign Office le envió a Castro nada se dice sobre esta iniciativa argentina, sin embargo se abre la puerta a conversaciones sobre el puente aéreo, con condicionamientos, como la garantía de que se sostenga el vuelo de LAN, además de pedir que se revea la prohibición de que vuelos charters a las islas sobrevuelen espacio aéreo nacional.
Una medida dispuesta por el ex presidente Néstor Kirchner en el 2003, que afectó el turismo al archipiélago.
Con fecha 6 de junio, la Asamblea Legislativa en Malvinas, envió una carta al Forein Office en la que afirma su intención de “fortalecer las comunicaciones entre las Islas Falkland (Malvinas) y el continente, y dispuestos a dialogar con el Gobierno Argentino sobre posibles maneras de lograrlo”.
Claro que en la misiva también se le dedica un párrafo al “contexto de creciente hostilidad” de la administración de Cristina Kirchner a los malvinenses, y remarca que “el gobierno argentino no sólo niega nuestro derecho a la autodeterminación, sino que busca dañar nuestras vidas y frenar nuestro desarrollo económico”.
Pero al final, abre la puerta a las conversaciones.
De hecho, la segunda carta, que es la que el director de Territorios de Ultramar le remitió a la embajadora Castro, dice claramente en el último párrafo que “el gobierno de las islas está dispuesto a iniciar conversaciones preliminares con el gobierno de la Argentina, en las cuales el gobierno del Reino Unido tiene voluntad de participar”.
Es decir, plantean una mesa de conversaciones en las que, como lo ha hecho históricamente, la Argentina negociará con el gobierno inglés con presencia de representantes de los habitantes de Malvinas.
Tanto en la carta de los isleños como la del Foreign Office se menciona largamente la necesidad de volver a cooperar en materia de preservación de los recursos pesqueros, como lo hizo la Argentina hasta 2006, cansada de chocar con la intransigencia inglesa de avanzar en negociaciones sobre la disputa de soberanía de las islas.
Los kelpers quieren poner la pesca sobre la mesa porque es hoy el principal ingreso de su economía, y la estrategia argentina de los últimos años ha sido dificultar que sean explotados recursos marítimos que están por lo menos en una disputa reconocida por Naciones Unidas.
La decisión de Unasur, de no permitir que barcos con bande ra de las islas o de otras nacionalidades que se dirijan al archipiélago, sumado a incidentes de patrullaje y control estricto de embarcaciones que naveguen hacia Malvinas, ha complicado la industria pesquera malvinense.
Los kelpers acusaron recibo. Se quejan en su carta, y los transmite la Cancillería inglesa. Pero por primera vez vuelven a hablar de sentarse a conversar.
Reafirman defensa militar de las islas
A través de un informe oficial que lleva las firmas del primer ministro David Cameron y del ministro de Relaciones Exteriores, William Hague, el gobierno británico anunció que “mantendrá su postura militar para defender las islas Malvinas”.
En el Libro Blanco, la Cancillería inglesa, apunta que “la protección de los territorios y su gente es una de las responsabilidades más importantes que tiene el gobierno británico”.
