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La oposición salió a pedir la presencia de Florencio Randazzo en el Congreso tras el choque de trenes de la línea Sarmiento que ocasionó 3 muertes y más de 300 heridos.
Pero la mayor sorpresa en el parlamento la dio el senador fueguino Mario Colazo, miembro del bloque del FpV e infaltable ayuda para la mayoría automática que domina Miguel Pichetto.
"Buenos días y bendiciones para todos. Que vergüenza lo del Sarmiento", fue el primer post de Colazo, quien al parecer no tiene muchas expectativas de ser reelecto este año.
La diputada nacional de la Unión Cívica Radical Elsa Álvarez fue la primera en pedir la interpelación del ministro del Interior y Transporte, a poco de conocerse el la tragedia en la estación de Castelar.
"¿Es ésta la revolución del transporte que viene anunciando el Gobierno nacional? ¿Son éstas las mejoras introducidas al servicio ferroviario? ¿No les da vergüenza hablar de la década ganada?", se preguntó la santacruceña, en relación a los anuncios de Randazzo sobre la obras en marcha para la modernización del ferrocarril.
Poco después, las diputadas Patricia Bullrich y Graciela Ocaña pidieron convocar en forma "urgente" a Randazzo y al secretario de Transportes, Alejandro Ramos.
Bullrich indicó que Randazzo y Ramos "además de las sanciones legales que les pueden caber por la tragedia, deben concurrir al Congreso en forma inmediata a brindar explicaciones, cesando además todas las campañas acusatorias contra dirigentes políticos, que tienen el objetivo de poder sacarse de encima, las responsabilidades que les toca".
"El Gobierno Nacional solo hace maquillaje, simplemente realizó cambios de algunos vagones, tapizados de asientos, e instaló pantallas LED, dejando todo el sistema estructural de transporte ferroviario en las mismas condiciones" que mostraba años atrás, dijo Bullrich.
A diferencia de Mauricio Macri, el Gobierno se negó siempre a enviar a sus funcionarios al Congreso, Nunca permitió que lo hiciera el ex secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, citado tras la tragedia de Once en febrero del año pasado, que se cobró la vida de 52 víctimas.
