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Fue el mensaje que recibieron integrantes de la CGT oficialista durante una reunión con la superintendente de Servicios de Salud, Liliana Korenfeld. La funcionaria también negó una estatización del sistema de obras sociales
Los gremialistas se llevaron unas cuantas promesas de la tan esperada reunión con Korenfeld. Entre ellas, un reclamo que tiene años, y que perjudica, dicen, el sostenimiento financiero de las obras sociales.
Los sindicatos viene denunciando que desde la regulación del sistema de obras sociales ha habido un proceso de "fuga" de afiliados hacia la medicina prepaga, principalmente de aquellos de mayores ingresos.
El mecanismo es mayormente utilizado por gremios más pequeños, que absorbían gran cantidad de nuevos afiliados, y luego los derivaban a empresas privadas.
Ahora, la promesa oficial es terminar con ese sistema. "El compromiso es sacar una resolución para terminar con esta situación que hizo que muchas obras sociales tercerizaran su gestión en las prepagas. Si el Gobierno quiere transparencia y buena gestión, no deberá permitir más esa falla dentro del sistema", explicó el líder de la Uocra, Gerardo Martínez, al diario Ámbito Financiero.
Las desregulación del sistema durante la década del '90 permitieron a las prepagas captar masivamente afiliados jóvenes, sanos y de alto poder adquisitivo, a través de acuerdos con gremios sin estructura para ofrecer servicios de salud.
Así, los de mayor volumen e historial, debieron mantener las prestaciones para sus socios mayores y con problemas de salud.
Pero el tema de las obras sociales también tuvo otra promesa. Pese a los rumores, Korenfeld les aseguró a los gremialistas que el Gobierno no tiene pensado estatizar el sistema. Algo que tenía en vilo a los dirigentes sindicales.
