Nota - Buenos Aires - Pag. 22
El escenario
Por Francisco Jueguen
| LA NACION
El dinero público se esfumó. Y el ajuste oficial lo paga un sector empresario regulado que compite directamente con Aerolíneas Argentinas, caballito de batalla del kirchnerismo. Pero no sólo los empresarios sufren las consecuencias de esa escasez monetaria sino también 22.000 choferes y cientos de miles de pasajeros.
En un contexto que agudiza su deterioro por la crisis cambiaria, la paritaria del sector del trasporte de larga distancia adelanta el conflicto social a las vacaciones, cuando todos los analistas preveían ese momento para la caliente negociación con los docentes.
Luego de cinco días de paro que afectaron a cerca de 100.000 pasajeros durante el año pasado, según los empresarios del sector, nada cambió. Los trece puntos que ayer llevaron a la reunión con Jorge Capitanich no distan de los que habían recibido meses atrás Florencio Randazzo y Carlos Tomada.
Piden, en un sector en el que los precios los fija el Estado, una ecuación económica rentable luego de que el Gobierno eliminara en enero de 2012 los subsidios al gasoil. Algo que el Gobierno no está dispuesto a conceder.
Esta semana, el sector fue autorizado a aumentar las tarifas un 10%. Pero los transportistas se niegan a aplicarlo. Si lo hicieran, afirman, dejarían de ser competitivos frente a Aerolíneas Argentinas, empresa subsidiada con entre US$ 1,5 y US$ 2 millones por día.
Las compañías, que dicen arrastrar $ 60 millones de déficit por mes, pidieron una coordinación tarifaria con el avión, planes de pago para sus deudas, homologación de la jornada laboral de 16 horas y una mejora en el esquema de compensaciones de discapacitados y trazas. Si se otorga la suma puente que piden los trabajadores sin una mejora de la ecuación, el déficit llegaría a los 100 millones mensuales, según los empresarios. Sería la profundización de un deterioro que pagarán empresas, trabajadores y pasajeros.
