Las ventas en supermercados retrocedieron 0,4%, afectadas por las remarcaciones; segunda baja seguida
Por Alfredo Sainz | LA NACION
Los Precios Cuidados no alcanzaron para revertir la tendencia negativa en el consumo. Por segundo mes consecutivo, en enero los supermercados cerraron con una caída en sus volúmenes de venta.
Según el relevamiento de la consultora CCR, en el primer mes de entrada en vigor del programa Precios Cuidados las ventas en unidades en las grandes cadenas sufrieron un retroceso de 0,4%, que se suma al 0,1% de diciembre.
Los analistas advierten que la caída no fue mucho más pronunciada gracias a las altas temperaturas que se vivieron en el primer mes del año y que impulsaron la demanda de bebidas.
"Si se desagrega por canasta de productos, apreciamos claramente que las bebidas con y sin alcohol fueron las responsables de evitar una caída mayor. Sin las bebidas, el retroceso hubiera sido de 1,9%", comentó José Amodei, director de CCR.
A la hora de explicar el mal momento que vive el consumo masivo, en la consultora no dudan en atribuirlo a la inflación; de hecho, afirman que en enero la suba interanual promedio de precios en las góndolas fue de 33,8%.
En CCR además destacan que los aumentos en algunos rubros fueron más amplios, como en alimentos secos -que en el último año tuvieron una suba del 40,6 por ciento- y lácteos (35,7 por ciento).
"El desfase entre aumentos de precios y salarios muestra el deterioro del poder adquisitivo. Y este deterioro se agudizará hasta que se definan y se cobren los aumentos por paritarias. El panorama de los meses próximos parece complejo por la inflación, por la retracción del poder adquisitivo y los aumentos de precios en casi todos los rubros", explicaron en CCR, que desde el mes pasado viene trabajando en un relevamiento del consumo junto con la Cámara Argentina de Comercio (CAC).
La inflación además provocó que el de 2014 haya sido el peor enero desde 2011 y como un dato negativo adicional, en CCR destacan que la caída en la demanda de los supermercados se produjo a pesar de que en el último año hubo un incremento en el número de bocas del sector de la mano de la expansión de cadenas como Carrefour y Día%, y sus propuestas de minimercados y locales de cercanía. Consumidores con sed
Por rubros, el consumo comenzó el año con comportamientos muy dispares. En el caso de las bebidas sin alcohol, enero significó uno de los mejores meses de los últimos tiempos, con un espectacular crecimiento de 8,6% en el volumen de ventas, seguido muy de cerca por las ventas de bebidas alcohólicas, que tuvieron una suba interanual de 4,2 por ciento.
En ambos casos, el buen comportamiento se explica básicamente por una cuestión climática. Enero batió récords de temperaturas en varias zonas del país, lo que se tradujo en una mayor demanda de gaseosas, jugos y cervezas.
La mala noticia para las empresas del sector es que el buen clima no acompañó en febrero, lo que seguramente se traducirá en una desaceleración en las ventas de la categoría.
El efecto verano se diluye drásticamente cuando se analiza lo que pasó con el resto de las categorías de consumo masivo, que prácticamente sin excepciones comenzaron el año con resultados negativos.
El rubro más castigado fue el de los alimentos congelados, que en enero tuvieron una caída de 5,9% en volumen. En este caso, la mala performance no se explica exclusivamente por un deterioro del poder adquisitivo de los salarios, sino también por el impacto de los cortes del servicio eléctrico, que desalentaron en muchos consumidores la idea de llenar el freezer.
Algo parecido se vivió en el rubro de los lácteos, que sufrió una baja del 1,3 por ciento. Sin embargo, hubo otras categorías muy golpeadas en enero que no pueden acusar a Edesur o Edenor por sus malas ventas, como artículos de limpieza (que cayó un 3,6%) o cosmética y tocador (-3,3 por ciento).
"Categorías como limpieza y tocador, que tradicionalmente son más elásticas en términos de demanda, están entre las que presentan mayores retrocesos", advirtieron en CCR. Consumo popular
La caída también se sintió en los alimentos secos envasados, que históricamente son los que muestran una menor elasticidad, ya que el grueso de las ventas las aportan categorías muy básicas y de altísima penetración popular como azúcar, yerba o fideos.
En este caso, la caída en la demanda en enero fue de 0,7%, es decir, que fue más pronunciada que la evolución general del consumo, lo que da cuenta del impacto de la inflación en las familias de menores ingresos. Sin datos oficiales
El mismo día en que CCR informó su relevamiento de las ventas de los supermercados, el Indec dio a conocer su propia medición. De acuerdo con el organismo oficial, en enero las ventas de los supermercados a precios corrientes registraron una suba interanual de 33,2 por ciento. El Indec además aclaró que la medición en unidades no se informó debido al cambio en las metodología para medir los precios.
