Por Walter Giannoni
Como todas las terminales aéreas que dependen de la Nación, el aeropuerto internacional de Córdoba -esto es, sus edificios y sus servicios, no así su operación- es controlado por un ente regulador denominado Orsna. Responde a las directivas políticas del Gobierno y en cuya cúspide fueron designados militantes de La Cámpora.
Ya desde hace varios años, el Orsna baja lineamientos concretos sobre el manejo que el concesionario AA2000 debe realizar del aeropuerto local. En su momento dispuso, por ejemplo, paralizar completamente las obras de ampliación. Fue hace cuatro años cuando la relación del peronismo cordobés con el kirchnerismo atravesaba su peor momento.
Luego, con sentido común y también como una estrategia de apoyo hacia la estatizada Aerolíneas Argentinas, se abrió el grifo. Comenzaron a construirse una nueva y amplia sala de embarque, dos mangas y un nuevo free shop de salida, entre otras instalaciones. Todas estas obras ya están habilitadas, pero no han sido formalmente inauguradas porque AA2000 espera, precisamente, que el Orsna le dé la luz de largada.
El corte de cintas probablemente ocurra en el marco de esta campaña presidencial para lo cual el kirchnerismo puro deberá decidir cuál de todos los candidatos oficialistas se quedará con el rédito político de una cadena nacional.
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