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El Gobierno intentó deslegitimar la protesta al minimizar la porción de empleados que abona el impuesto / En Córdoba, la actividad podría resentirse por la adhesión del transporte público.
El Gobierno intentó deslegitimar la protesta al minimizar la porción de empleados que abona el impuesto / En Córdoba, la actividad podría resentirse por la adhesión del transporte público.
La protesta que hoy realizará un grupo de gremios liderados por los sindicatos más importantes del transporte (colectiveros, ferroviarios, aeronáuticos, camioneros) puso ayer en acción al Gobierno nacional, que salió a deslegitimar la medida.
TÉLAM Aníbal Fernández y Axel Kicillof (de espaldas) se reunieron ayer con representantes empresariales del sector del transporte para reclamarles que garanticen la prestación de servicios pese al paro.
Mientras el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, catalogó de “política” a la protesta, el ministro de Economía, Axel Kicillof, minimizó la porción de los asalariados que pagan el Impuesto a las Ganancias: aseguró que sólo afecta “al 11 por ciento” de los empleados registrados.
En Córdoba se descuenta que el paro se hará sentir, principalmente porque que no habrá transporte urbano ni interurbano, al haber adherido al reclamo los gremios UTA y Aoita. Buenos Aires. A siete meses de las elecciones presidenciales, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner afrontará hoy el cuarto paro sectorial convocado por gremios de peso, que, a diferencia del anterior, en agosto pasado, podría provocar una mayor para li zación de actividades a raíz de la adhesión del sindicato de colectiveros.
El principal reclamo es la eliminación del Impuesto a las Ganancias que pagan los asalariados que cobran más de 15 mil pesos brutos, como también en demanda de un aumento de emergencia para los jubilados y medidas contra la inflación y la inseguridad pública.
El paro de actividades, a diferencia de los anteriores, a los que llamaron los opositores Hugo Moyano (CGT Azopardo) y Hugo Barrionuevo (CGT Azul y Blanca), fue convocado por la Catt (Confederación de Trabajadores del Transporte), que se vio fortalecida por el regreso a la misma, a fines del año pasado, de gremios de la oficialista CGT que conduce el metalúrgico Antonio Caló, como es el caso de La Fraternidad (conductores de trenes).
La clave del alcance del paro de hoy estará en la adhesión de los colectiveros agrupados en la Unión Tranviarios Automotor ( UTA) que integra la CGT oficialista. Su titular, Roberto Fernández, dijo ayer que la responsabi lidad por el paro es del Gobierno: “En 40 días, sólo tuvimos una reunión, con el jefe de Gabinete y el ministro de Trabajo, que nos dijeron que esto (cambios en ganancias) ‘queda a merced de la señora Presidenta’; y así quedamos, todos paralizados”.
El titular de la UTA habló ayer, después de que el ministro de Economía, Axel Kicillof, junto con el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, buscaron minimizar en declaraciones a la prensa en la Casa Rosada el reclamo por el Impuesto a las Ganancias tras una reunión con las cámaras empresariales del transporte público con el propósito de que hoy se garantice el servicio.
“El Impuesto a las Ganancias afecta a 6 u 8 por ciento del total de trabajadores argentinos, y en el caso de los registrados, a 11 por ciento, por lo que si se levanta (el mínimo no imponible) afectaría a todavía menos de 10 por ciento de los trabajadores. Si afecta a 5 por ciento, (la huelga) no tiene significatividad (sic)”, dijo Kicillof.
Además, el ministro cargó sobre los colectiveros al afirmar que “la parte de trabajadores de UTA afectados por Ganancias es de alrededor de 10 a 15 por ciento, a lo sumo”, por lo que puede decirse que “el paro es en solidaridad con los que más ganan”.
El jefe de Gabinete, por su parte, tras anunciar que habrá un operativo de las fuerzas policiales para garantizar la seguridad en la prestación del servicio, recordó los cuantiosos subsidios del Estado al transporte y subrayó: “Este no es un paro general porque hay muchos que quieren ir a sus trabajos”. Poco antes había cargado contra los candidatos presidenciales opositores Mauricio Macri y Sergio Massa, que han prometido eliminar Ganancias en caso de llegar al Gobierno: “La verdad es que esas estupideces se dicen con muchas ganas y sin saber de qué hablan”.
La CGT oficialista comparte el reclamo de cambios en Ganancias, aunque no la medida de protesta. A tal punto que el sindicato de metalúrgicos de Caló dejó en “libertad de acción” a sus delegaciones. Desde la central oficialista, el titular de la construcción, Gerardo Martínez, admitió que “es injusto lo que pasa con el impuesto a las Ganancias” en el caso de los asalariados, al advertir que es uno “de los temas pendientes” del gobierno kirchnerista, al tiempo que consideró que el paro puede tener una “gran” adhesión.
