Aún no hay precisiones sobre el anuncio para reducir el peso del impuesto sobre el salario.
Aún no hay precisiones sobre el anuncio para reducir el peso del impuesto sobre el salario.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, insistió ayer en que el Gobierno no busca imponer un tope a los aumentos salariales, aunque dijo que deberían relacionarse con la inflación, a la que situó en 24 por ciento. Sostuvo que ni siquiera tiene una herramienta para hacerlo.
Pero varios gremios lo refutaron. Dicen que extraoficialmente hay un tope y que la herramienta es la decisión oficial de no homologar acuerdos. Buenos Aires. El Gobierno volvió a negar ayer que haya dispuesto un “techo” de aumento salarial en las negociaciones paritarias, aunque reclamó a sindicatos y empresarios “responsabilidad” en los reclamos, para “evitar un abuso” que supere una inflación que se ubicaría en el 24 por ciento anual, en el caso de “los pronósticos más pesimistas”.
Así se expresaron los ministros de Trabajo, Carlos Tomada, y de Economía, Axel Kicillof, quienes fueron desmentidos por representantes de diferentes sindicatos, que aseguraron que hay “complicaciones” establecidas por el Gobierno y que en los “pasillos” de la cartera laboral se “hacen circular” topes que luego no son oficialmente admitidos.
Kicillof aseguró que el Gobierno no cuenta con un “instrumento” para establecer un techo en las paritarias, pero señaló que los aumentos salariales deberían tener que ver con los incrementos de precios que, según “los cálculos más pesimistas” va a ser de un 24 por ciento anual.
“Necesitamos que los empresarios discutan con responsabilidad, porque si después de una suba de salarios lo que piensan hacer es darse vuelta y pasársela al consumidor o al Estado, pidiendo más subsidio, ahí aparece el Estado diciendo ‘nosotros no vamos a hacer eso’”, es decir que no lo va a homologar.
Para el ministro “eso no es techo”, sino “evitar un abuso” de parte de los empresarios.
Tomada, negó que se haya establecido un “techo”, pero aseguró que tiene “derecho a plantear un tema de responsabilidad”, y advirtió que “no se puede tirar un número (de aumento) al voleo”.
Distintos gremialistas expresaron los modos en que se impone el famoso “techo”,
El secretario gremial de la Federación de Aceiteros, Adrián Dávalos, aseguró que los funcionarios de lMinisterio de Trabajo, de manera extraoficial, “dicen por los pasillos que no se puede pasar del 29 por ciento” de incremento. El sindicato exige una suba del 42 por ciento.
“No hay nada oficial y por supuesto no lo van a dejar asentado por escrito, pero es el número que hacen circular”, sostuvo, en referencia a un “techo” en los aumentos.
Por su parte, el secretario general de la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN), Andrés Rodríguez, enrolado en la CGT oficialista, dio a entender, a diferencia de lo que dijo Kicillof, que el Gobierno sí tiene herramientas para imponer un techo. “Al no homologar convenios que se firman, indudablemente que sí. Hay una responsabilidad también del Poder Ejecutivo”, señaló.
“La mayor parte de los gremios (están) intentando recuperar algunos puntos de la pérdida del año pasado y proyectar lo que puede ser hoy la inflación de este año. Eso arroja cifras un poco más elevadas de las que se están señalando en los medios de comunicación”, evaluó.
Más dura fue la Asociación Bancaria. El vocero de ese sindicato, Eduardo Berrozpe, arremetió contra Kicillof y lo llamó “gorila” e “inadaptado”.
“Un hombre de su nivel académico no puede caer en la grosería de haber anunciado una medida sin tener claro cómo era”, sostuvo el hombre de “La Bancaria. Ahora la ha ido modificando en las últimas horas y no puede hacer la alusión que hizo al tema de la cuota sindical, que quiero aclarar, que está decidida por los afiliados a los sindicatos”, apuntó.
“Estuvo hecho un gorila y un inadaptado”, dijo y defendió el rol de los sindicatos luego de que Kicillof cuestionara las cuotas sindicales.
