La decisión de la nueva conducción de la aerolínea de bandera, Aerolíneas Argentinas, de cerrar numerosas sedes y despedir a cientos de trabajadores no pasó inadvertida para los gremios aeronáuticos, que repiten como un mantra su decisión de “resistir y enfrentar” cualquier intento de desmantelar la estructura actual.
Según publicó el semanario Perfi l, la empresa decidió reducir en un 25% sus costos, especialmente sobre personal y locales de venta y atención al público.
Las sucursales que ya no operan o dejarán de hacerlo en el país son las de Bariloche, Puerto Iguazú, San Isidro y la de Cabildo y Congreso, que desde hace unos días ya cerró sus puertas. En Europa ordenarían bajar las persianas, mudarse o vender los muebles de las ofi cinas de Roma y Madrid.
También podrían desactivar la atención al público por mostrador en algunas de las principales ciudades de América latina. “Generan mucho gasto en dólares”, se esgrimió en la reunión, con las planillas de costos en el exterior sobre la mesa, según agregó Ámbito Financiero.
‘La compañía está en un proceso de efi cientización, y eso implica hacer análisis para generar una optimización de recursos, que le permita lograr el défi cit cero en los próximos años, que es un objetivo que se mantiene” con la nueva conducción, explicó el gerente de Asunto Públicos de AA, Pablo Marcó.
Para los trabajadores, en tanto, el nuevo intento “no se va a dar sin la resistencia”.
Desde APLA recordaron que al asumir Isela Constantini en el mando de Aerolíneas Argentinas intentaron imprimirle el mismo plan, pero que la ex titular de General Motors resistió el embate.
“No hay nada ofi cial, pero los trabajadores sabemos defendernos”, agregaron en diálogo con Crónica.
Los trabajadores anticipan su resistencia al deseo de achicar la planta
