TAMBIÉN REANUDARÁN PRESIÓN POR GANANCIAS
Los sindicatos del transporte buscarán la semana que viene ganar el mayor protagonismo del paro nacional convocado por la CGT para el próximo 6 de abril. Para eso se reunirá el Consejo Directivo de la estratégica Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT) el jueves próximo con un doble propósito: confirmar su participación en la huelga -aunque fuese redundante por su participación en la CGT- y de paso retomar las demandas sectoriales a favor de la eliminación o atenuación mayor del impuesto a las Ganancias para los trabajadores de la actividad.
Será, en síntesis, un movimiento estratégico orientado a ratificar la condición de garantes de la contundencia de una huelga nacional de los sindicatos de colectiveros, ferroviarios, camioneros, aeronáuticos y portuarios que integran la CATT. Ese grupo de lobby tiene como referentes al colectivero Roberto Fernández (Unión Tranviarios Automotor), Omar Maturano (maquinistas de trenes, La Fraternidad), Omar Pérez (el hombre de Camioneros designado por Hugo Moyano en ese sello), y a su titular, el portuario Juan Carlos Schmid, miembro además del triunvirato de conducción de la CGT.
Además de la confirmación de su participación en el paro la CATT volverá la semana que viene a uno de sus principales ejes de debate: el impuesto a las Ganancias. En esa línea, sus portavoces dijeron que está en análisis la ejecución de medidas de fuerza puntuales del sector, más allá de la huelga del 6 de abril. Por caso, volvieron a analizar posibles retenciones de tareas en días feriados bajo el argumento de que el desarrollo de tareas esos días, si bien se suele pagar doble, termina por engrosar el pago del gravamen pero no el salario del transportista.
Lo inexorable del paro nacional encontró esta semana al Gobierno resignado y decidido a focalizar el vínculo con el sindicalismo a través de dirigentes a nivel individual. En ese plano se inscriben los acuerdos que promovió hasta ahora en Vaca Muerta, con el petrolero Guillermo Pereyra, y ayer con Armando Cavalieri en Comercio (ver aparte). En el Ministerio de Trabajo admitieron que la mesa de diálogo que existió hasta enero quedó desactivada en el corto y mediano plazo.
"No hubo encuentros de ningún tipo con funcionarios y el paro sigue absolutamente en pie", le dijo anoche a este diario Héctor Daer, otro de los miembros del triunvirato y referente del sector de los "gordos" de los grandes gremios de servicios.
Los únicos contactos en los últimos días fueron los habituales que mantiene la dirigencia de manera telefónica con segundas y terceras líneas del Ejecutivo. El objetivo en ningún caso fue ponerle freno a la huelga, reconocieron en ambas veredas.
