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15/04/2012 Diario Perfil

Tragedia de Sol: casi un año después confirman que hay más restos de víctimas

Las familias tienen un mes para retirarlos

Estudios de ADN prueban que parte de los cuerpos hallados a 150 metros del lugar son de pasajeros. El dolor de los familiares y las sospechas de ocultamiento.

Por Gisela Nicosia
14/04/12 - 11:14

Escena. En agosto de 2011 la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) denunció que encontró restos humanos y piezas del avión en un pozo cerca del lugar del accidente. Este viernes, el juzgado de Bariloche que investiga el caso envió un mail notificando a los familiares los resultados de las pericias de ADN.
A casi un año de la tragedia aérea de la línea Sol, ocurrida el 21 de mayo en Río Negro que dejó como saldo 22 muertos, los familiares de las víctimas recibieron este viernes una notificación del juez de Bariloche Leónidas Moldes, a cargo de la causa, que los dejó estupefactos. Mediante un mail al que tuvo acceso PERFIL se les confirmó que los restos encontrados, enterrados en un pozo a unos 150 metros del lugar donde cayó el avión 5428, pertenecen a los fallecidos en la tragedia.
La notificación explica que un examen de ADN, realizado por el cuerpo médico forense de la Corte Suprema de Justicia, establece en forma inequívoca que “entre los elementos hallados con posterioridad a retirarse el personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria del lugar del hecho en el proceso de peritaje, se han encontrado restos óseos de la totalidad de las víctimas adultas del siniestro”.
Además se les informa que tienen treinta días para retirar los restos encontrados, por lo que los familiares deberán volver a viajar. Si no se presentan, se dispondrá a la cremación de los mismos en la Ciudad de Buenos Aires.
Con esta noticia, el dolor y la indignación vuelve a aparecer. “Esto duele demasiado. Recién ahora empiezo a entender que mi hijo murió y me dicen que tienen más restos de él. Es una herida que no cerrará más”, cuenta María Teresa, madre de Gustavo Basaldúa, un joven de 32 años que estaba a punto de casarse y falleció en el accidente.
“Hay gravísimos errores en toda la investigación que causan mucho dolor. Más allá del agravio a los familiares de las víctimas, por el ocultamiento de los restos y el impedimento de darles sepultura, las partes del avión son una pieza vital en la investigación de un accidente para determinar sus causas. Además, es una locura entregar los cuerpos en cuotas”, se queja Hector Yemmi, abogado de la familia Basaldúa.
Sospechas. En agosto de 2011, tres meses después de la tragedia, la Asociación de Pilotos de líneas Aéreas de Argentina (APLA) denunció el “ocultamiento deliberado de restos humanos y piezas del avión” en un pozo según ellos cavado “intencionalmente” cerca del lugar del accidente. El presidente de APLA, Jorge Pérez Tamayo, dice que entre los objetos encontrados bajo tierra, había partes del avión, como placas del motor y dos luces de alarmas, además de huesos y restos de los cuerpos que hoy se confirma eran de víctimas.
“En la denuncia dejamos asentada la ubicación geográfica y sumamos los testimonios de lugareños, que nos indicaron la existencia de las bolsas rotuladas como “Restos Patógenos”. “Si bien puede ser que el equipo que trabajó en el caso se haya olvidado las bolsa, no existe la posibilidad que los restos se hayan enterrado solos”, explica Pérez Tamayo.
Margarita, viuda de Eduardo Musacchio, lamenta volver a pasar por un nuevo duelo. “Sufrí mucho por la cremación de los restos de mi esposo. Ahora tendré que volver a viajar a buscar los nuevos restos y transitar por un momento de profundo pesar”, afirma. Su abogado, Pablo Mattar, reveló a PERFIL que los familiares que recorrieron la zona del accidente luego de las pericias también encontraron celulares quemados, pedazos de la nave e incluso el recibo de sueldo de uno de los tripulantes.
“Hay un montón de irregularidades. Estuvo mal que dejaran estar a personal de Sol en la zona del accidente”, cuestiona Mattar.
Por su parte, en diálogo con PERFIL, el vicepresidente de la aerolínea, Juan Nyffenegger, explicó que no fue notificado sobre las novedades de la causa. “No sabía nada sobre la aparición de nuevos restos. Desconozco si fueron ocultados o no pero no es algo que tengamos que saber nosotros. La presencia del personal de seguridad de Sol, durante el peritaje y la recolección de pruebas, estuvo autorizada por parte del equipo de investigadores”, aseguró.
Con respecto al pago de los seguros, Nyffenegger dijo que están cumpliendo con los plazos normales, aunque según las familias no fueron llamadas ni informadas sobre el tema.

“Es una falta de respeto”
Ezequiel y Silvana Andrada son los hijos de Sara Noemí Tula, una de las víctimas de la tragedia; y fueron unos de los primeros en recibir la notificación del Juzgado.
A casi un año de la pérdida, la familia revive el dolor. “Ya habíamos despedido a mi madre con una misa. Siento que es una falta de respeto para los fallecidos y para sus familiares”, cuenta Ezequiel. Los amigos y familiares de Sara habían realizado una cristiana sepultura. “La enterramos luego de esperar casi tres meses hasta que nos entregaron los pocos restos que supuestamente habían encontrado y ahora nos dan esta noticia”, expresó con angustia.
Sara trabajaba en el aeropuerto de Comodoro Rivadavia y había ido a Mendoza a visitar a su esposo, que había sido trasladado por su trabajo. Viajó a buscar casa para mudarse con su familia. “Había estado un mes con él pero no aguantaba sin nosotros, por eso adelantó su vuelo que tenía fecha para el sábado”, recuerda a PERFIL su hijo.
Ezequiel recibió el último mensaje de su mamá antes que despegue el vuelo; decía “estoy en camino”.
Con dolor y tristeza se preparan para viajar a Buenos Aires para poder despedir por completo a su querida Sara. “Como hijos queremos que se conozca la verdad, que la gente sepa en qué aerolínea sigue volando y que día a día siguen ocurriendo irregularidades en todas las compañías, no sólo Sol”, afirma Silvina.
“Hoy nos toca a nosotros sufrir y dejar de lado muchos sueños y proyectos que teníamos como familia pero mañana puede tocarle a cualquiera”, se lamenta.

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