Analizan paros rotativos
Por Gustavo Ajzenman
14/04/12 - 11:06
Reclamo. Piden un aumento del 28%, pero la empresa dice que, sin subsidios, no tiene fondos.
Se viene otra semana complicada para los usuarios del subte. Los metrodelegados adelantaron que tomarán nuevas y más prolongadas medidas de fuerza, en reclamo de aumentos y mejoras laborales. Además, fuentes de Metrovías admitieron a PERFIL que no podrán pagar el incremento propuesto por el otro sindicato, la UTA, quien afirmó que si esto ocurre sus trabajadores dejarán de prestar el servicio cuando termine la conciliación obligatoria. “La empresa nos dice que no tiene fondos; nosotros tenemos que actuar con responsabilidad, pero no se puede trabajar gratis”, resumió su titular, Roberto Fernández.
Los metrodelegados ya habían realizado el último jueves un paro entre las 5 y las 8 de la mañana. Durante todo el fin de semana realizaron asambleas para determinar los pasos a seguir, pero ya adelantaron que levantarán molinetes y seguirán con los bloqueos temporales, aunque por períodos más prolongados. Según confirmaron, el horario de los paros será rotativo para no afectar siempre a los mismos usuarios.
Exigen un incremento salarial del 28%, que el porcentaje por antigüedad suba del 1,3% al 2%, y un mejoramiento en las políticas de vacaciones y licencias. La protesta se realiza a pesar de que el Ministerio de Trabajo decretó la semana pasada la conciliación obligatoria. El problema es que la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y el Premetro (AGTSyP), a la que representan, no participa de las negociaciones.
El sindicato oficial es la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que propuso un incremento fijo de $ 1.000 hasta julio. En sueldos que rondan los $ 6.000, significa poco más del 16%, casi la mitad de lo que pide el otro gremio. La razón es que, dada la situación de incertidumbre por el traspaso del subte a la Ciudad y que la empresa asegura encontrarse en un ahogo financiero, el sindicato decidió no pedir más.
Desde Metrovías aseguraron que les resultará muy difícil conceder ese incremento. Según sostienen, desde que comenzó el proceso de traspaso, la empresa tuvo pérdidas por $ 100 millones. El argumento es que, a partir del incremento de la tarifa del 127% dispuesto por el Gobierno porteño en enero, la cantidad de pasajeros se redujo un 10%. A esto se suma que la mitad de los $ 30 millones que la Nación se había comprometido a aportar mensualmente como subsidios quedó bloqueada en una cuenta especial dedicada a obras de infraestructura. “Estamos reduciendo todos los gastos que podemos e incrementando deuda con nuestros proveedores, pero el 70% se va en sueldos, y no tenemos margen para nada más”, se sinceraron.
