Hugo Moyano osciló entre el respaldo absoluto y las sospechas. A través de un comunicado, la CGT celebró la medida del Gobierno de estatizar YPF, aunque dejó colar una sugestiva advertencia. "Esperamos que no haya pícaros, como en la privatización, que quieran sacar provecho personal de este acto de soberanía", señaló el líder sindical en un mensaje que lleva su firma y la del dirigente Julio Piumato.
El sábado pasado, Moyano se había mostrado en desacuerdo con la intervención estatal. "De antemano apoyaremos para que no se pierda ni un solo puesto de trabajo. Veo un negocio, pero no sé a quién favorecerá. Creo que al Estado, que somos todos nosotros, no", opinó el jefe de la CGT al ser consultado por el diario Río Negro durante su visita a los petroleros de Neuquén.
Pese a haber sido invitado, Moyano no concurrió ayer al anuncio que hizo Cristina Kirchner. La mayoría de los representantes de la CGT que asistieron a la Casa Rosada están hoy distanciados de su liderazgo.
El proyecto de la Presidenta prevé que los gremios cuenten con un representante en el directorio de YPF. El referente sindical de los petroleros de Neuquén, Río Negro y La Pampa, Guillermo Pereyra, rechazó esta propuesta. "No estamos para ocupar cargos patronales. El proyecto tiene varios interrogantes. Por ejemplo: no sabemos qué pasará con los salarios. Si tocan a un trabajador, se va a pudrir todo, aunque somos optimistas", dijo Pereyra a LA NACION. El gremialista prevé reunirse próximamente con el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, para aclarar sus dudas sobre el proyecto oficial para YPF.
"Festejamos sin complejos ni mea culpa este paso como lo hicimos con la recuperación de Aerolíneas Argentinas, el Correo, Obras Sanitarias y los fondos jubilatorios de las AFJP", señaló ayer Moyano, en el comunicado cegetista.
La iniciativa del Gobierno también fue apoyada por los dos sectores de la CTA y por la Juventud Sindical.
