"No se baja", dijo Piumato; el camionero llamó a la CGT para definir los detalles de la elección.
Mientras un grupo de 50 gremios anhela con persuadirlo de que desista a su aspiración de continuar al frente de la CGT, Hugo Moyano dio ayer un paso más en su intento de conservar el poder. Convocó al consejo directivo para el martes próximo, con el fin de afinar los detalles para el congreso confederal que elegirá el 12 de julio a las nuevas autoridades de la central obrera.
Con el deseo de echar por tierra las especulaciones sobre una eventual unidad entre moyanistas y opositores, Julio Piumato respaldó ayer al camionero y garantizó que "no se baja" de la pelea para conducir la CGT.
Tras el encuentro de la disidencia en la sede de Luz y Fuerza, Moyano especulaba anoche con el apoyo de unos 70 sindicatos con poco caudal de afiliados que, unidos, harían una diferencia. Según el jefe camionero, contaría con el respaldo de casi la mitad de los 1920 congresales que ungirán al próximo secretario general. Entre las cuentas del camionero, no aparecen como propios los votos que le pueda tributar el taxista Omar Viviani, un viejo aliado que hoy coquetea con el bastión de los independientes. El apoyo de los municipales porteños no lo daba por perdido, a pesar de la asistencia del dirigente Amadeo Genta en el encuentro con la oposición.
"A la hora de los porotos, no los veo tan seguros a ellos", desafió un moyanista. Se refería a la mayoría de congresales que los opositores afirman tener. De todos modos, las estadísticas aún son inútiles y apresuradas. Desde ambos sectores todavía tejen alianzas y todo podría cambiar de un momento a otro. Es más, recién el martes, después de la reunión de consejo directivo, se comenzarán a actualizar los padrones de los gremios habilitados a participar de una eventual elección.
Moyano recibió ayer en el 5° piso de la sede de Azopardo al diputado nacional Fernando "Pino" Solanas y a otros dirigentes del partido Proyecto Sur. Charlaron sobre la reciente estatización de YPF, la situación energética, el estado de los ferrocarriles y los reclamos sindicales que el Gobierno aún mantiene pendientes.
El cineasta prometió un respaldo a los proyectos sindicales que se impulsen en el Congreso, según comentó una fuente gremial que participó del encuentro. Cuando Moyano despidió a Solanas, dio por seguro que hará lo posible para mantener su liderazgo en la central obrera.
Un acto para confrontar
En el moyanismo se había desistido de celebrar con un acto el Día del Trabajador. Primero se había pensado un masivo encuentro en la avenida 9 de Julio o en un estadio de fútbol. Pero al conocer que el kirchnerismo se había anticipado con una convocatoria el viernes próximo en Vélez la idea se desvaneció en la nada.
Sin embargo, surgió anoche la posibilidad de convocar a un encuentro sindical en el Parque Roca para el mismo día que el acto oficialista en Liniers. Sería para evocar el primer paro general de la CGT en la dictadura militar, realizado el 27 de abril de 1979. De todos modos, todavía no está confirmado porque hay dirigentes que se oponen a seguir confrontando con el Gobierno.
Tras la reunión con "Pino" Solanas, Moyano alteró anoche sus tareas en su despacho de la CGT porque le avisaron de una extraña muerte de un afiliado del gremio de los camioneros.
