ENTREVISTA JUERGEN SIEBENROCK, LUFTHANSA
Una nueva generación de Boeing, los 747-8, hará su debut mundial esta semana en la compañía alemana.
Isabel Stratta
istratta@clarin.com
BOEING 747-8. Menos combustible quemado y menos ruido, es la promesa del nuevo Boeing.
P uede que la forma se parezca a la de los aviones actuales pero en tecnología no se parece en nada", dijo el miércoles Juergen Siebenrock, el vicepresidente para las Américas de Lufthansa.
Se referia al flamante Boeing 747-8 Intercontinental, el mayor avión de pasajeros fabricado hasta hoy por Boeing, que ese mismo dia salía de la planta de la constructora.
La alemana será la primera aerolínea de pasajeros en usar uno de esos jumbos que prometen ahorrar más de un 10% de combustble y emitir un 30% menos de ruido.
"Reina de los cielos para el siglo XXI", llamó a la aeronave el miércoles el presidente de Boeing, Jim Albaugh, al hacer la entrega en Seattle. Lufthansa encargó veinte de estos aviones, que recibirá a razón de cinco por año.
Con una capacidad de hasta 467 pasajeros en tres clases, el 747-8 es la flamante generación del icónico 747, y la primera gran innovación en esa línea desde que el 747-400 debutó hace dos décadas.
¿Vendrá el 747-8 a Buenos Aires? preguntó iEco a Siebenrock, que pasó brevemente por la Argentina esta semana.
Este primero entrará en servicio en la ruta Francfort Washington. Y a cada uno que recibamos lo pondremos en una nueva ruta; Buenos Aires es uno de esos objetivos.
¿Cómo describiría su plan de flota para los próximos años? Con nueve Airbus A-380 volando y 15 más pedidos, entre otras incorporaciones, el grupo invertirá 8.600 millones de euros hasta el 2014 en modernización. Estamos empeñados en mantener joven la flota, lo que ayudará a reducir el consumo del combustible.
Con el petróleo a US$120 es un objetivo que desvela a todas las aerolíneas... ¿Cómo fue su experiencia con combustibles alternativos? En 2011 fuimos la primera linea aérea en probar durante varios meses el biocombustible en vuelos regulares: un Airbus A321 voló regularmente entre Hamburgo y Francfort, con 50% de kersoén biosintético en una de sus turbinas. Ahora estamos evaluando los datos. Un gran interrogante es si habrá suficiente biocombustible.
Pero lo importante es que ahora ya sabemos que se puede hacer.
El petróleo por las nubes Ultimamente, las aerolíneas del Viejo Mundo se han visto golpeadas por un cóctel de altos precios del combustible, demanda debilitada por la crisis europea y nuevos impuestos al vuelo en diversos países. A eso se suma la presión de competidores del Golfo Pérsico como Emirates y Etihad y de las low cost.
Con un telón de fondo como ése, el año pasado Lufthansa, el mayor gupo aéreo del mundo, tuvo un rojo neto de 13 millones de euros.
Siebenrock atribuye las pérdidas a British Midlands, una compañía que ahora están vendiendo al IAG (el grupo dueño de British Airways). "British Midlands viaja mucho al norte de Africa, zonas donde hubo conflictos y caída del tráfico de pasajeros", explica.
Siebenrock describe a Lufthansa menos como una aerolínea que como "un grupo de 450 empresas que opera en diferentes segmentos, entre ellos aerotransporte. "Logística, servicios, técnica, catering: somos número uno o dos en varias de esas especialidades", asegura.
Además de la valiosa marca Swiss, el grupo Lufthansa sumó varias aerolíneas en los últimos años. Ahora vuela con quince marcas, que van desde la centroeuropea Austrian hasta la turca Sun Express (en la que tiene un 50%), pasando por low costs como la alemana German Wings y líneas de bandera como Brussels Airlines (45%). "Son marcas que se complementan", dice Siebenrock.
El clima de crisis en Europa afectó los viajes a Sudamérica? Alemania es un país exportador, con pymes exportadoras, muchas de las cuales tienen oficinas acá.
De modo que la demanda en estas rutas es sólida. De hecho pasamos de seis a siete vuelos semanales a Buenos Aires recientemente.
