Córdoba - Nota
Hoy, la Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene la oportunidad de dejar un precedente para las futuras generaciones y que en este país se respete la vida por sobre las ganancias. Miguel Ángel Correa h.
Miguel Ángel Correa Hijo de Miguel Ángel Correa (fallecido en la Tragedia de Lapa) *
Hoy se conmemoran 13 años de una de las mayores tragedias aéreas de la Argentina, cuando un avión de la empresa Lapa intentó despegar de Aeroparque hacia la ciudad de Córdoba, pero se estrelló antes de emprender el vuelo. En aquella noche de agosto, 65 personas perdieron la vida y los sobrevivientes quedaron con secuelas imborrables.
Transgredir la seguridad aérea para sacar ventaja a la competencia fue el objetivo de Lapa en la década de 1990. Era una mala copia de la empresa aérea estadounidense Southwest, que competía en el segmento de los precios bajos y con bajos costos. Lapa le sumó el ahorro en seguridad aérea, pese a las advertencias de su ex piloto Enrique Piñeyro. Demás está citar las declaraciones que, en 1997, realizó su entonces presidente, Gustavo Andrés Deutsch: "Con los aviones, a mí me gusta jugar y ganar plata".
Luego vino un interminable camino judicial. Catalogado en los pasillos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación como "el juicio penal más largo de la historia argentina", fue consecuencia de la dilación en el inicio del juicio oral y público, con la anuencia del tribunal a cargo.
Larga lucha. Desde hace más de una década, los familiares nucleados en la Asociación Civil de Víctimas de Accidentes Aéreos hemos recorrido los cientos de kilómetros que separan Córdoba de los tribunales de Comodoro Py, en Buenos Aires, con el objetivo de hallar en la Justicia la condena a los responsables de esta tragedia.
Muchos fueron los escollos que tuvimos que sortear, los cambios de jueces en medio de la investigación, el suicidio de uno de los imputados de la Fuerza Aérea, los sucesivos planteos del "ejército" de abogados defensores de los imputados, la sorpresiva renuncia de una jueza del tribunal, la sugestiva actitud del presidente del tribunal de permitir acciones para alargar el juicio, con el objetivo de favorecer la prescripción de la causa.
La acción más llamativa fue el uso de la probation por parte de los imputados, a cambio de terminar el juicio y realizar simples tareas comunitarias en compensación. Esta maniobra fue rechazada por los fiscales y por los querellantes. El rechazo tuvo el efecto de una bisagra en el juicio, que terminó con una tremenda desilusión: la absolución, hasta la fecha, de la mayoría de los imputados, empresariosaeronáuticos con innumerables recursos que volvían desigual nuestra lucha por justicia.
Largas horas permanecimos en los tribunales de Comodoro Py, que para muchos familiares eran como un segundo hogar. Nos parecía importante estar cerca de la causa judicial. Sin embargo, nos enfrentábamos a gente muy poderosa.
Esos tribunales son uno de los ámbitos del Poder Judicial argentino con peor imagen. Varias veces fue noticia el enriquecimiento ilícito de algunos magistrados. Pero también, destacamos que allí tuvimos la oportunidad de conocer a muchos funcionarios y empleados judiciales que son personas de bien y que nos brindaron su ayuda en nuestra inicial inexperiencia.
"Lobby" en la Justicia. Definido hace más de un siglo como "todo esfuerzo encaminado a influir en el Congreso respecto de cualquier asunto", el lobby siempre es asociado al Parlamento, donde grupos influyentes organizados presionan en favor de determinados intereses.
Nuestra experiencia nos demuestra que esta actividad es cada vez más frecuente en el ámbito de la Justicia. Sin ánimo de generalizar, se puede decir que algunos miembros del Poder Judicial resultan permeables a los intereses del poder económico.
Cuando cayó el vuelo de la línea aérea Sol y cuando sucedió la tragedia ferroviaria de Once, algunos medios de comunicación me preguntaron sobre estos hechos y su relación con el caso Lapa. Respondí que en la mayoría de los casos, el siniestro responde a tres condiciones fundamentales. En primer lugar, a la responsabilidad de los empresarios inescrupulosos, que pretenden obtener ganancias sin medir consecuencias. En segundo lugar, a la ausencia de control permanente del Estado. Y, por último, a la actitud de la Justicia, que no deja un precedente que sirva de ejemplo para prevenir futuras tragedias.
Siempre que la Justicia argentina sea débil en sentar precedentes, seguiremos sumando víctimas, como fueron las tragedias aéreas de Austral, en Fray Bentos; la muerte de la azafata de Interaustral Lilian Almada; los casos Lapa, Sol o Cromañón; y la tragedia de Once.
Tomar conciencia. Si bien nuestro objetivo principal es obtener justicia por nuestros familiares, también tuvimos la idea de trabajar y aportar un granito de arena a la prevención de catástrofes aéreas. En 2011, dictamos una capacitación sobre "Conciencia aeronáutica" a todo el personal mecánico, de mantenimiento y administrativo de la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea). El objetivo fue exponer las consecuencias de la falta de concientización en cuanto a la responsabilidad de la actividad aérea.
Nuestro lema es "El bien más preciado es la vida". Por ello, trabajamos con el único fin de que, en cada vuelo, ese esposo o esposa, ese papá o esa mamá que despide a su hijo, hermano, nieto, abuelo o amigo, tenga la certeza de que volverá a reencontrarlos, cosa que no ocurrió con nuestros seres queridos.
Hoy, la Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene la oportunidad de dejar un precedente para las futuras generaciones, y que en este país se respete la vida por sobre las ganancias. La causa de la Asociación Civil de Víctimas de Accidentes Aéreos sigue siendo la causa penal, que varias veces intentaron corromper. Pretendemos que la Justicia dé el ejemplo para que en la Argentina no ocurran otras tragedias como la nuestra.
* Presidente de la Asociación Civil de Víctimas de Accidentes Aéreos
