El líder de la CGT mantuvo conversaciones con Pablo Micheli para resistir juntos el ajuste de la Casa Rosada.
Por Marcelo Veneranda | LA NACIÓN
Barrios de Pie quiere el apoyo del camionero.
Antes de que terminara 2011, Hugo Moyano se aseguró de no estar solo al regresar de sus vacaciones. El líder de la CGT inició contactos con el secretario general de una de las fracciones de la Central de los Trabajadores de la Argentina (CTA), la liderada por Pablo Micheli, históricamente enfrentado con el kirchnerismo. El motivo: analizar un escenario en el que las dos centrales obreras se movilicen juntas contra las medidas de ajuste de la Casa Rosada.
A esa movida espera sumarse la organización piquetera Barrios de Pie, que ayer definió junto con Micheli una protesta conjunta, la primera que deberá enfrentar el Gobierno en 2012. Entre fines de febrero y principios de marzo, ambas organizaciones marcharán al Ministerio de Desarrollo Social, que dirige Alicia Kirchner, para exigir un aumento en los salarios del Plan Argentina Trabaja , congelados en $ 1200 desde hace dos años (ver aparte).
Las últimas medidas de la Casa Rosada parecieron darle la razón al camionero, que entre los suyos repite su convicción de que el Gobierno "irá contra los sindicatos" en 2012.
El último día hábil de 2011, la Presidenta firmó un decreto de necesidad y urgencia que puso en revisión los salarios de unos 300.000 empleados estatales. Para entonces, el camionero ya había llamado tres veces a Micheli, reconoció a LA NACIÓN el líder de la CTA.
"Con Moyano estamos en conversaciones telefónicas para hacer una movilización en conjunto. No estamos hablando de unidad [de las centrales, que se separaron en los 90], sino de unidad de acción. Probablemente este año nos encuentre en la calle con la CGT", sostuvo Micheli, para indicar que en la segunda conversación Moyano propuso crear una "mesa de negociación de acción conjunta" con tres dirigentes de cada central obrera.
"Charlamos Hugo y yo, y fue una buena charla", continuó Micheli. La idea de salir a las calles ya había sido planteada, por teléfono, antes del acto de los camioneros en Huracán, el 15 de diciembre, en el que Moyano renunció a sus cargos en el PJ y criticó abiertamente al Gobierno. Y fue sostenida luego por el emisario que el camionero envió a la CTA para unificar acciones: el líder del sindicato de los empleados técnicos (APTA) de Aerolíneas Argentinas, Ricardo Cirielli, abiertamente enfrentado con la Casa Rosada.
Cuando parecía que la intervención quirúrgica de la Presidenta iniciaba un período de tregua con Moyano, el decreto que afecta a los estatales motivó nuevas reacciones en el seno de la CGT, que evidenciaron las fisuras entre el grupo de poder de Moyano y el resto de la mesa de conducción de la central.
El secretario general del sindicato de empleados judiciales, Julio Piumato, un aliado del camionero, fustigó la medida oficial, que definió como una "agresión" a los estatales. "¡Otra vez la demonización de salarios! ¡Esta película ya la vimos y sabemos cómo termina!", opinó.
En cambio, el líder del gremio estatal más afectado, Andrés Rodríguez, apoyó la medida. El secretario general de UPCN consideró que el decreto terminaba con la "anarquía" salarial en el Estado. "Acá hay organismos descentralizados que otorgaban a piacere bonos o premios sin autorización, generando situaciones de conflicto", explicó.
Rodríguez integra el grupo de los sindicalistas "independientes", quienes consideran prioritaria una recomposición de las relaciones con la Casa Rosada, pero que hasta ahora no decidieron enfrentarse con Moyano, actitud que mantienen "los Gordos", como se conoce a los dirigentes de los gremios más populosos.
La reacción de los aliados de Moyano terminó acercándolos al gremio más importante de la CTA, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), de la que Micheli fue secretario general. Tras conocer el decreto, de hecho, ATE se declaró en estado alerta y movilización.
"Esto forma parte del ajuste que veníamos denunciando", indicó Micheli, para explicar: "Este ajuste ya se ensayó en Santa Cruz y acá va a ocurrir lo mismo: habrá una movilización masiva de trabajadores".
Parte del entorno del camionero (todavía de vacaciones) intentó minimizar el alcance de las conversaciones con Micheli. De hecho, el líder del sindicato de canillitas, Omar Plaini, dijo desconocerlas. "Orgánicamente no hay nada: para que sea una decisión de la CGT debe reunirse el Consejo". Esa reunión se pospuso para febrero, unos días antes de la protesta que, ayer, lanzó Micheli junto con Barrios de Pie. El camionero va a ser invitado a participar.
