Rechazan recortes a los salarios.
El titular de la CTA, Pablo Micheli, admitió que existen "conversaciones" con Hugo Moyano para confluir en una acción común en defensa "de los trabajadores".
La posibilidad de que las dos centrales obreras del país, la CGT y la CTA, y algunos movimientos sociales confluyan en una acción unificada sigue avanzando, aunque esta opción aún está dando sus primeros pasos. Mientras diseñan una agenda de reivindicaciones y exigencias conjuntas y se multiplican los contactos, por ahora sigue faltando la instancia concreta: la reunión entre Hugo Moyano y Pablo Micheli.
"No nos une el amor sino el espanto." Así, citando a Jorge Luis Borges, el secretario general de la CTA, Pablo Micheli, explicó su acercamiento a su par cegetista. La relación entre él y Moyano no pasó todavía de la vía telefónica. Unos cuantos llamados luego del fuerte discurso del camionero en la cancha de Huracán, con el que rompió filas con el Gobierno nacional.
Antes del acto en Parque Patricios, la CGT envió al dirigente Ricardo Cirielli a aceitar el ida y vuelta.
Allí el aeronáutico les dijo en persona a Micheli y otros dirigentes de la CTA que Moyano preparaba un discurso encendido, en el que se iban a reivindicar cuestiones que atañen "a todos los trabajadores" y que esperaban poder confluir más adelante. Ese "más adelante" se está acercando. Aunque lentamente.
Micheli admitió las "conversaciones" con Moyano para "movilizarse juntos". Por las dudas, desde su entorno avisan que ni por asomo se baraja la posibilidad de unificar a la CTA y la CGT. "Nosotros respetamos un modelo sindical democrático y abierto. Y no vamos a cambiar", advirtieron.
Mientras tanto, afilan también la relación con la tercera pata de la mesa. Micheli, acompañado por otros tres miembros de la cúpula de la CTA, Ricardo Peidro, Hugo Blasco y Carlos Chile, recibió ayer a Daniel Menéndez, coordinador nacional de Barrios de Pie, el dirigente piquetero, para plantearle "la precaria situación en la que viven los 140.000 trabajadores del Plan Argentina Trabaja".
"Los trabajadores deben anotarse como monotributistas. Monotributistas que tardan en cobrar, que ganan un salario de sólo 1.200 pesos y que no tienen ninguna de las ventajas de un trabajador formal: ni obra social, ni vacaciones pagas, ni aguinaldo y mucho menos aportes jubilatorios", se explica en el comunicado que se emitió en la CTA tras el encuentro.
Allí encontrarían un punto a partir del cual marchar unificados. Para Peidro, lo que reclama Barrios de Pie "es un planteo paritario". La salida a las calles sería a fines de febrero o los primeros días de marzo, según lo conversado hasta aquí.
Resta saber si avanzan con este asunto que los junta o si, para esa fecha, ya pueden cerrar un acuerdo más grande que incluya a la CGT, sumando otras reivindicaciones y multiplicando la presencia en la movilización. Según trascendió, Menéndez había tenido hace días un encuentro mano a mano con Facundo Moyano, el diputado, secretario general del gremio de trabajadores del subte e hijo del líder de la CGT. Desde su entorno desmintieron tajantemente ese encuentro.
Peidro explicó a BAE cuáles son los puntos que forman la autopista donde tres espacios tan dispares entre sí podrían recorrer de la mano.
El ajuste que se está vivenciando –en algunos casos, con resistencia– en muchas provincias, como Río Negro o Santa Cruz; la discusión de paritarias sin topes; eliminación del Impuesto a las Ganancias para los asalariados –"porque el salario no es ganancia", se quejó–; el proyecto de ley que se cajoneó en el Congreso para que las empresas distribuyan sus ganancias entre los empleados; las asignaciones familiares; y, para integrar a Barrios de Pie a la pelea, los reclamos por las condiciones de todos los que perciben planes sociales.
DIÁLOGO GOBIERNO-UOM. El secretario general de la UOM se reunió ayer con el ministro de Planificación, Julio De Vido, con quien analizó la posibilidad de profundizar la fabricación nacional de equipamiento para la televisión digital y las alternativas de exportación con el crecimiento de esa industria.
Caló, además analizó con De Vido el proyecto de construcción del policlínico central de la UOM en la ciudad de Buenos Aires.
