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17/01/2012 La Nación -Política

La CTA kirchnerista pidió un aumento salarial del 25%

Tensión sindical / La negociación de las paritarias.

Yasky justificó la cifra en la suba del "costo de vida", pero Boudou reclamó "racionalidad".

Por Nicolas Balinotti | LA NACIÓN. 17 ENERO 2012

El campanazo de largada para las negociaciones salariales de este año confronta duramente a los gremios con el Gobierno y los empresarios. La escalada de la tensión en las paritarias alcanzó a la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) que comulga con el kirchnerismo. En una reacción desafiante, su líder, el docente Hugo Yasky, sugirió ayer que las subas salariales deberán "rondar entre el 24 o 25 por ciento porque es lo que aumentó el costo de vida en la mayoría de las provincias".

La respuesta de la Casa Rosada fue certera e inmediata. "Esperamos que todos los sectores tengan la máxima racionalidad para no detener el crecimiento", replicó el vicepresidente, Amado Boudou, que evitó dar un porcentaje como referencia de los futuros aumentos. "Ni mucho ni poco", atinó a contestar, pero admitió que estará entre el 18% que pretenden los empresarios y el 25% que exigen los gremios.

Con el planteo de ayer, la CTA oficialista se sumó a las exigencias de la CGT de Hugo Moyano y tomó distancia del 18%, el índice que los empresarios intentarían mostrar como referencia con el aval del Gobierno.

Durante los tiempos de paritarias dominan siempre la especulación y los intereses sectoriales. Pero en el ajedrez sindical sorprendió el desafío de Yasky. Su abierto alineamiento con el Gobierno le generó más de un conflicto interno en la central. Yasky solía callar en contextos incómodos y efervescentes. Hasta ayer, la única voz de esta fracción de la CTA había sido la de Pedro Wasiejko, el secretario adjunto del gremio.

"El aumento de los precios anduvo más o menos en el 24 o el 25 por ciento, un poquito más abajo si se quiere. La discusión va a rondar por esos números", sostuvo Yasky en declaraciones radiales. Y agregó: "Una discusión que estuviera por abajo de esa cifra estaría cediendo por parte de los trabajadores frente al aumento de los precios".
Yasky ya había mostrado su descontento con el kirchnerismo cuando el año pasado se dispuso unilateralmente el aumento de las asignaciones familiares a través de un decreto. Por eso, el docente volvió a insistir en la importancia de un llamado al diálogo. "No menos importante es la convocatoria al Consejo del Salario, tener un ámbito tripartito, donde estén [los gremios, el Estado y] los empresarios, con los que podamos discutir mirándonos a los ojos sobre la remarcación de precios y la protección a la producción nacional", opinó.

La postura de Yasky sobre las negociaciones salariales ya había sido planteada por la CTA disidente de Pablo Micheli, que había rechazado una suba con un porcentaje fijado de antemano por el Gobierno y los empresarios. Esta también fue la posición que había adoptado la CGT que lidera Moyano. Mucho antes de su distanciamiento con la Casa Rosada, el jefe camionero ya había rechazado una suba de salarios menor a un 20%. Para la CGT moyanista, las paritarias deben negociarse con los valores del supermercado, mientras que la CGT Azul y Blanca que dirige Luis Barrionuevo ya anticipó que reclamará un aumento del 25%. Los sindicatos tomarán como punto de partida el 22,8% que arrojó el índice de inflación de 2011, según los estudios de las consultoras privadas, y no el del 9,5% del Indec.

La reacción de Yasky y la veloz respuesta de Boudou dejó en evidencia que la negociación salarial será tan tirante y conflictiva para los aliados como para los rebeldes.

Tomada, mediador
Esta semana, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, convocaría a algunos dirigentes gremiales para intentar bajar un mensaje de moderación, como lo hizo ayer el vicepresidente. Uno de los dirigentes sindicales que desfilaría por el despacho del ministro de Trabajo sería Oscar Lescano (Luz y Fuerza). El acuerdo salarial de 2011 de su gremio ya caducó y las conversaciones para este período no tuvieron un comienzo auspicioso. "Viene todo mal. Los empresarios quieren discutir todos juntos, como en una cámara empresarial. Además, plantearon el tema de las tarifas: si no hay suba de tarifas, amenazaron con no discutir salarios", confió Lescano a LA NACION. No se descarta, además, que el metalúrgico Antonio Caló vuelva a ser citado a algún despacho oficial. Así como en 2011 el sindicato de los camioneros y de los obreros de la construcción sellaron su acuerdo salarial en la Casa Rosada, este año la puesta en escena podría ser encabezada por el líder de la UOM, uno de los candidatos del Gobierno para suceder a Moyano en la CGT.

18% El techo de los empresarios
Diferentes sectores empresariales le comunicaron al Gobierno que no aceptarán subas de más del 18%. La Casa Rosada pidió moderación.

23% El piso de los gremios
Ni la CGT ni la CTA aceptarán que se les imponga una

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