La CTA anti K que lidera Pablo Micheli fijó en un 30% el piso del aumento que considera apropiado en paritarias. A través de un comunicado que firma su secretario adjunto, Ricardo Peidró, la central dice que “las negociaciones no pueden ubicarse por debajo del 30% de incremento salarial a fin de sostener el poder adquisitivo de los trabajadores”. Sostiene que las negociaciones deben apuntar a “la recomposición salarial frente a la inflación, por lo que la base del incremento debe ser el costo de vida de los trabajadores”.
Y agrega: “En cada sector industrial y privado es preciso tener en cuenta la participación en las ganancias empresarias de los propios trabajadores, no sólo para recomponer poder adquisitivo sino para mejorar la calidad de vida”.
