LA INICIATIVA OFICIAL ES FIJAR UNA PAUTA DEL 18% HASTA SEPTIEMBRE Y LUEGO REDISCUTIR
23-01-12 00:00 Algunos dirigentes apoyan esta iniciativa porque creen que calmaría las expectativas de inflación. Pero la mayoría se resiste a las “cláusulas gatillo”.
NATALIA DONATO Buenos Aires
La idea del Gobierno de fijar una pauta salarial moderada hasta septiembre y dejar abierta la posibilidad de rediscusión de los sueldos si los precios se disparan generó fuertes internas entre los empresarios. Quienes conducen las entidades de los diferentes sectores se mostraron bien predispuestos a aceptar la iniciativa oficial porque consideran que sería una buena alternativa para bajar las expectativas inflacionarias, pero las bases –la gran mayoría de los hombres de negocios– se niegan de manera rotunda a aceptar la reapertura de las paritarias y presionan a sus dirigentes para que no acepten ese esquema de negociación.
Pese a estas diferencias internas, está claro que el objetivo oficial no podrá concretarse si las primeras paritarias cierran en torno al 25%. Será clave, creen los directivos de las empresas, el número que finalmente consensúen los gremios docentes con el Gobierno, negociación que arranca esta semana. Si las autoridades logran acordar –al menos por seis meses– una cifra menor al 20% sería un buen antecedente para las paritarias que siguen.
Pero el sector bancario ya fijó un parámetro de cuál podría ser el piso requerido por todos los gremios, luego de negociar semanas atrás una cifra puente de $1.380 a cuenta de la negociación prevista para marzo. Este valor ya implica un 24% sobre el salario inicial de la actividad.
Desde la UIA, su titular, José Ignacio de Mendiguren, evitó hablar de cifras, pero afirmó que “hay que diferenciar la masa salarial”. El empresario textil se preocupó por remarcar que es un acérrimo defensor de la redistribución del ingreso porque “es demanda”, pero afirmó que no es lo mismo el sector industrial, que tuvo una recomposición del 190%, que por ejemplo el rubro servicios, que no sólo no tuvo esa recuperación, sino que no son bienes transables.
La central industrial está integrada por muchísimos sectores que, a su vez, negocian en diversas paritarias, por lo que las opiniones sobre el tema son de las más variadas. Algunos industriales que tienen basado su negocio en la exportación están muy preocupados por la evolución de los costos internos y la imposibilidad de vender al exterior en medio de la crisis, por lo que, en estos casos, la propuesta de recuperación salarial es casi nula. Otros creen que un 20% sería razonable pero para todo el año; y también están los que, en el frente negociador, creen que partir la paritaria en dos y discutir en septiembre, en función de lo que haya ocurrido con los precios, es la posición más razonable.
La intención del gobierno es realizar un índice de precios nuevo en base a una canasta determinada que genere credibilidad entre todos los sectores y tentar así a los gremios a negociar en marzo un aumento más moderado del que pretenden de antemano.
También hay diversas posturas en la Cámara Argentina de la Construcción (CAC). Mientras que los dirigentes apoyan la posición oficial, las bases se resisten a la reapertura y pretenden cerrar para todo el año en el menor número posible. “Nos parece bien negociar hasta septiembre en una cifra más moderada, ya que es la única forma de bajar la expectativa inflacionaria. Es mucho mejor tener una paritaria de 15% a seis meses y después rediscutís en el caso de que suban más los precios, que cerrar en 25% a 30% y a fin de año pelear el otorgamiento de bonos de fin de año”, enfatizó un dirigente del sector. Varios representantes de la CAC se reunieron el lunes pasado con funcionarios de la cartera laboral para discutir sobre el tema, ya que el sector debe firmar un nuevo acuerdo salarial en marzo.
Por su parte, el presidente de la Cámara Argentina de Comercio, Carlos de la Vega, aseguró que “todavía es muy prematuro hablar de salarios” y que “anticipar esa discusión es una irresponsabilidad”.
