Por Fabián Debesa
Randazzo dijo que “el que renuncia se debe ir”. Scioli le había pedido que se quede.
CLARÍN. La Plata. Corresponsalía - 25/01/12
De inmediato, la Casa Rosada salió a marcar la posición adelantada de Daniel Scioli. Después de que el gobernador bonaerense realizara el gesto autónomo de pedirle al jefe de la CGT, Hugo Moyano, que se quedara en el Consejo Nacional del PJ, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, fijó ayer la posición del Gobierno Nacional al declarar que “ el que renuncia a un lugar es para irse, no para quedarse”.
Apenas habían pasado 24 horas desde la comunicación telefónica de Scioli con el líder de los Camioneros en la que le formuló el pedido para que revisara esa decisión, tomada hace poco más de un mes en medio de la creciente tensión con el kirchnerismo. Ayer, de hecho, desde el Gobierno calificaron de “apriete” una movilización de Camioneros por el centro de la Ciudad. (Ver página 6) En la Gobernación bonaerense presentaron la maniobra política como una señal hacia la unidad del PJ, en un momento de extrema tensión entre la dirigencia gremial y el Gobierno Nacional.
Está muy cerca la discusión paritaria para establecer la pauta de aumento salarial para 2012, pero también permanecen los rebotes de aquel duro cruce entre la presidenta Cristina Kirchner y el conductor de la CGT. El eje de aquel choque dialéctico fue el presunto carácter extorsivo que la Presidenta le atribuyó a la presión gremial y la respuesta del sindicalista en el acto del Día del Camionero donde rechazó la acusación y, de paso, marcó la distancia con el kirchnerismo y anunció su renuncia a los cargos en la estructura formal del PJ (es vicepresidente segundo y Scioli vicepresidente primero) y a la presidencia del partido a nivel provincial. Entonces, consideró que en esa coyuntura, la estructura partidaria era simplemente “una cáscara vacía”.
El gobernador bonaerense –desde su puesto partidario- invitó al camionero a regresar. “Quedaron en reunirse después de la primera semana de febrero, cuando Scioli regrese de Europa”, dijo el Jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, quien gestionó la comunicación telefónica entre ambos. Scioli viajó el lunes a la tarde rumbo a Francia para realizar una reparación en la prótesis del brazo derecho que utiliza desde el accidente náutico que sufrió en 1989.
Pero desde la Casa Rosada enviaron una señal clara: no importan los roles institucionales, el partido se maneja desde el poder central. El encargado del mensaje fue Randazzo. Su frase tuvo tono de una máxima política: “Yo soy de los que piensan que cuando uno presenta una renuncia a un lugar es para irse y no para quedarse”, dijo el ministro del Interior. Aunque tal vez olvidó que el propio Néstor Kirchner, después de la derrota electoral de 2009, anunció su alejamiento de la presidencia del PJ y ese trámite nunca se concretó. Moyano mantiene el silencio que inauguró después de aquel cimbronazo del acto en el estadio de Huracán. Pero aunque en La Plata están confiados en el resultado de la gestión sciolista, otros dirigentes de la CGT también dudan del retorno del camionero. “El ya tomó una decisión política”, declaró ayer uno de sus principales colaboradores en la central obrera, el taxista Omar Plaini.
“No se trata de una cuestión personal con la presidenta. Si no hay un cambio en el rumbo, no tiene mucho sentido seguir al frente de un partido donde pareciera que están cerradas las puertas de la discusión, del debate, del análisis, que es lo que corresponde a cualquier partido”, planteó el dirigente cegetista. Randazzo aseguró ayer durante un acto en San Juan, que “este Gobierno es el que más hizo por los trabajadores”.
