El ministro no asistió a la audiencia de ayer.
Pablo Moyano estalló en bronca cuando percibió que el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, no iba a asistir a la audiencia entre el sindicato de camioneros y las empresas Correo del Sur y Camuzzi Gas del Sur por los despidos en Chubut. Así fue que al salir de la sede laboral todas las críticas sindicales hicieron blanco en el funcionario.
"Estamos asombrados porque nunca pudimos estar frente a frente con los empresarios. El ministerio no hizo nada para resolver el conflicto. Creo que el ministro no está trabajando como debería", fustigó el secretario gremial de camioneros, Marcelo Aparicio, que acompañó al hijo de Hugo Moyano durante la hora y media que duró el encuentro en la sede de la cartera laboral.
El miércoles hubo otra reunión por el mismo conflicto. En medio de la tensión, se logró pasar a un cuarto intermedio tras una charla telefónica entre Tomada y el líder de la CGT, que seguía atento la negociación desde su despacho en la sede de camioneros, en San José 1781.
Ausente ayer el ministro Tomada, el subsecretario de Relaciones Laborales, Alvaro Ruiz, representó al Estado. En su informe, Ruiz dejó constancia del "retiro intempestivo de los gremialistas sin esperar la confección final y cierre formal del acta".
Una vez finalizada la reunión de ayer, se produjo un contrapunto porque los gremialistas dijeron que no habían sido notificados de la conciliación obligatoria que anunció públicamente el Ministerio de Trabajo.
Surgió otro cortocircuito sobre la cantidad de camioneros afectados por los despidos en Chubut. Según el gremio, son 200 las personas que se quedaron sin trabajo, mientras que en el acta del Ministerio de Trabajo se informó que son 81. Desde las empresas no precisaron la cantidad, aunque Camuzzi se desligó del conflicto a través de un comunicado porque la firma "no desvinculó a personal alguno de su dependencia".
