Amenazó con sancionar a Camioneros por un conflicto; el gremialista lanzó un paro y criticó a Tomada.
Por Nicolas Balinotti | LA NACIÓN
Como nunca antes desde que el kirchnerismo está en el poder, el Gobierno endureció su postura ante los reclamos de Hugo Moyano. El encargado de sentar la posición de la Casa Rosada fue el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, que advirtió ayer al líder sindical que debe acatar la conciliación obligatoria o exponerse a sanciones en el conflicto entre Camioneros y las empresas Correo del Sur y Camuzzi por los despidos de 81 personas en Chubut.
Moyano no se quedó atrás y replicó con un llamado a un paro nacional de los trabajadores de correos para pasado mañana. Será la primera huelga que activa el camionero en la gestión de Cristina Kirchner . Además, no descartó organizar una marcha de protesta a la Plaza de Mayo.
En su regreso a la actividad tras la licencia médica, la Presidenta dedicó una crítica a los gremios por no defender la embestida oficial contra las petroleras por las subas en el precio del gasoil. Se interpretó como una alusión directa a Moyano.
La escalada de tensión en la relación entre la Casa Rosada y el líder de la CGT había empezado a agudizarse cuando Tomada calificó de "un apriete" la protesta de camioneros para reincorporar a los despedidos en el Sur. El conflicto se contextualiza, también, con el enfrentamiento retórico que causó la convocatoria de Daniel Scioli a Moyano para que regrese a la conducción del Partido Justicialista, algo que provocó malestar en el corazón del kirchnerismo.
Desde Santa Fe, Moyano caminó ayer con pies de plomo sobre los funcionarios que lo criticaron. Sin personificarlos, los tildó de "chirolitas", y advirtió que no retrocederá "ni un milímetro" en sus exigencias gremiales.
Distanciado del oficialismo desde el acto del 15 de diciembre pasado, cuando criticó abiertamente al Gobierno, el jefe cegetista había mantenido una actitud pasiva hasta que estalló el conflicto en Trelew. Al despido de los camioneros, se le sumó un feroz choque con la policía que dejó 15 heridos y que obligó al gobernador de Chubut , Martín Buzzi, a desplazar al jefe del operativo de seguridad.
Después del enfrentamiento con la policía, Pablo Moyano, número dos en el escalafón jerárquico de los camioneros, rechazó la represión, y expresó: "Resistiremos como lo hicimos en la década de los 90, y no permitiremos que los trabajadores vuelvan a ser la variable de ajuste de ninguna índole política o empresarial".
Otro contrapunto
En cuanto al conflicto por los despidos, surgió sólo ayer un contrapunto entre el gremio y el Ministerio de Trabajo. Según camioneros, son 200 los trabajadores afectados, mientras que el Gobierno informó que son 81. Camuzzi explicó que las personas que se quedaron sin su fuente laboral no formaban parte de la empresa, sino de Correo del Sur. Camuzzi firmó recientemente un acuerdo comercial con la estatal Correo Argentino, que le ofrece un servicio más económico.
Moyano rechazó la decisión de la empresa gasífera y se permitió una interpretación que sonó a chicana: dijo entre sus colaboradores que el cambio de proveedor lo pagan los argentinos porque el Correo Argentino es una firma subsidiada.
La determinación de convocar al paro de los trabajadores de correo se definió en una rueda de debate entre la cúpula del gremio de camioneros. Decidido a batallar contra el Gobierno, Moyano se subió con una tropa de aliados a un avión privado para asistir a la inauguración de la sede gremial de los patrones fluviales en la localidad santafecina de Puerto General San Martín (ver aparte). Desde allí, atacó a los funcionarios que en los últimos días lo habían criticado.
"La medida de fuerza se extiende de punta a punta, en todo el país. Por ahora, sólo para la actividad del correo. El lunes se resolverá si habrá marchas u otras medidas. El Ministerio de Trabajo no hizo nada para resolverlo", dijo a LA NACIÓN el secretario gremial de camioneros, Marcelo Aparicio.
Desde la sede laboral informaron que los dirigentes gremiales, con Pablo Moyano a la cabeza, se levantaron de la mesa de negociación al percibir que no había visos de alcanzar un trato.
Ausente el ministro Tomada, el subsecretario de Relaciones Laborales, Alvaro Ruiz, representó al Estado. En su informe, Ruiz dejó constancia del "retiro intempestivo de los gremialistas sin esperar la confección final y cierre formal del acta". Este episodio también escenifica la tensión.
El último conflicto
19 DE ENERO
Violencia en Trelew
Unos 15 camioneros fueron heridos en un choque con la policía, que intentó desalojar a los manifestantes de la sede de Camuzzi, donde protestaban por el despido de 200 personas. Intervino en el caso el ministro Carlos Tomada.
20 DE ENERO
Rechazo a la represión
El secretario adjunto de camioneros, Pablo Moyano, rechazó la represión y expresó: "Resistiremos como lo hicimos en los 90, y no permitiremos que los trabajadores vuelvan a ser la variable de ajuste de ninguna índole política o empresarial".
24 DE ENERO
Protesta y amenaza de paro
El secretario adjunto de camioneros, Pablo Moyano, amenazó con "una protesta de 30.000 camioneros en la Plaza de Mayo o en la embajada de Italia si no les dan una respuesta".
25 DE ENERO
Cristina reaparece con críticas
La Presidenta criticó a los gremios. Un día antes, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, había calificado la protesta de los camioneros como "un apriete". Las negociaciones se estancan y vuelven las amenazas de paro.
81 Despedidos
Según el Ministerio de Trabajo, ésa es la cantidad de camioneros despedidos; el gremio, en cambio, informó que son 200.
25 DE ENERO
Advertencia tras el fracaso
"La conciliación obligatoria sigue vigente y si declaran un paro será ilegal".
CARLOS TOMADA. Ministro de Trabajo .
