La historia del Sindicato del Personal Jerárquico y Profesional del Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa, tuvo un punto de inflexión en julio de 2007. En ese mes se firmó el primer convenio colectivo para los empleados que hasta entonces no estaban al amparo de uno. Fue a dos años de que se le reconociera la personería gremial y siete años después de que sus precursores comenzaran a organizarse. En el medio, de todas formas, se había logrado acordar mejoras para los bolsillos de los representados.
En la página web de la entidad se relata que antes de esos acuerdos el personal jerárquico ganaba "mucho menos que los supervisados". Además, se trabajaba con menos francos y con una mayor exigencia horaria. Esos temas se incluyeron en la negociación.
En otras zonas del país con actividad petrolera, como la Patagonia austral y el Noroeste, los jerárquicos también se organizaron en sindicatos que ya celebran sus propios acuerdos para fijar cada año los salarios, sumándose así a entidades de ese tipo (varias son por empresas) que ya tienen años ejerciendo la práctica.
Pero alcanzar ese objetivo no parece ser una tarea fácil.
A la Justicia
"Tenemos el expediente en el Ministerio de Trabajo desde 2006 y todavía no nos reconocen ni nos dan la personería gremial, por eso estamos viendo la posibilidad de judicializar el caso", afirmó a La Nacion Jorge Miguelez, secretario general del Sindicato del Personal Jerárquico de Comercio.
"La gente no puede discutir en forma personal su sueldo", sentenció, al referirse a las motivaciones que llevaron al surgimiento de este tipo de entidades.
La decisión, claro, provocó conflictos en las empresas, que en algunos casos se judicializaron. En la causa de "Alvarez, Maximiliano y otros c/ Cencosud", pese a la falta de reconocimiento formal del sindicato de jerárquicos de comercio por parte de la cartera laboral, la Corte Suprema tachó de discriminatorios los despidos de quienes se habían acercado a la actividad gremial de esa entidad y ordenó reinstalar en sus puestos a los empleados afectados.
"Las empresas comenzaron a no pagar a los jerárquicos lo que se acordaba para los de convenio y también crearon artilugios por los que dos jefes con igual tarea hoy pueden ganar diferente", afirmó Miguelez, que aportó otro dato: a partir de la sola existencia del sindicato, algunas compañías buscaron mejorar las condiciones de trabajo de su gente.
La entidad sindical 2500 afiliados y 60 delegados, y en las empresas hay actitudes dispares a la hora de aceptar o no que hay quienes asumen la representación de sus compañeros jerárquicos.
