31-01-12 00:00 El gremio endureció las medidas por despidos en el sur. De Vido repudió las protestas y reclamó diálogo, pero Pablo Moyano replicó que “parece haber perdido la memoria”.
CLARÍN. 31.0112
Camioneros bloquearon ayer las sedes de la empresa Correo Argentino en distintos puntos del país.
ELIZABETH PEGER Buenos Aires
La dura pulseada entre Hugo Moyano y el Gobierno ingresó ayer en una escalada de difícil retorno y consecuencias imprevisibles para la futura convivencia política entre la presidenta Cristina Fernández y el dirigente sindical más poderoso del país. En medio de la primera jornada del paro por tiempo indeterminado en la rama correos de Camioneros en repudio por una serie de despidos en la provincia de Chubut, el gremio liderado por Moyano bloqueó por más de diez horas los accesos de las principales sedes del Correo Argentino y protagonizó un fuerte cruce con el ministro de Planificación, Julio de Vido, el hasta ahora principal aliado del titular de la CGT dentro del gabinete nacional.
Desde el Gobierno, en cambio, apostaron a mostrarse en las antípodas de la actitud confrontativa de Moyano y, luego de repudiar los piquetes del gremio, renovaron el reclamo por la búsqueda de soluciones a través del diálogo, una posición que fue respaldada por importantes referentes de la cúpula de la CGT que se diferenciaron abiertamente del titular de la central.
El propio De Vido fue uno de los encargados de poner en práctica el objetivo oficial. Después de que el gremio bloqueó las sedes del Correo Argentino en Monte Grande, Trelew, Comodoro Rivadavia, Neuquén, Río Gallegos, Rosario y Córdoba, y denunció situaciones de precarización laboral en la empresa estatal, el ministro de Planificación emitió un comunicado en el que aseguró que la protesta gremial “afecta el derecho de los argentinos a comunicarse” y pidió a los trabajadores camioneros que acaten la conciliación obligatoria vigente en el marco del conflicto por los despidos en la firma Correo Sur, contratista de Camuzzi.
El funcionario también rechazó la denuncia sobre supuestas situaciones de precarización en el Correo Argentino, y consideró “llamativo que se digan estas cosas ahora, ya que cuando el correo era de Macri y se explotaba y echaba sin fundamento a los trabajadores, nunca nadie dijo nada”. “Atrás de esto están los intereses de los correos privados”, acusó.
La réplica de Camioneros fue casi inmediata. Pablo Moyano, hijo del titular de la CGT y número dos del sindicato, cruzó duro a De Vido y con ironía le preguntó si “se despertó en un mal día o tomó la medicina equivocada, porque parece haber perdido la memoria”. En ese sentido, recordó que “nosotros (por los camioneros) no llamamos a Menem para decirle que fue el mejor presidente de la historia”, al aludir al hecho de que durante la década del ‘90 el propio Néstor Kirchner elogiaba al ex presidente y hasta celebró en su momento la privatización de YPF, que le dejó regalías multimillonarias a la provincia de Santa Cruz.
El feroz cruce entre el hijo de Moyano y De Vido se produjo mientras el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, encabezó nuevas gestiones ante representantes de la firma Correo Sur en la búsqueda de destrabar el conflicto con el gremio. “El Ministerio de Trabajo reitera, una vez más, que continuará abriendo canales de diálogo, con todos, para buscar una solución a la cuestión planteada”, expresó la cartera laboral en un comunicado en el que reiteró la vigencia de la conciliación obligatoria.
Desde Camioneros evitaron ayer adelantar las próximas medidas en el marco del conflicto y aunque levantaron los bloqueos al Correo Argentino, repitieron la amenaza de paralizar todas las ramas de la actividad si no retrotraen los despidos en la tercerizada de Camuzzi.
