Kirchneristas y sindicalistas pusieron reparos a una reunión con Moyano
Por Marcelo Veneranda |
Que Moyano no presione, que Scioli no intente una alianza y que ninguno de los dos se haga ilusiones. Con mensajes superpuestos, ni el kirchnerismo ni los aliados de Hugo Moyano esperaron de brazos cruzados a que Daniel Scioli regrese de Francia para definir si se reúne con el líder de la CGT, en medio del creciente enfrentamiento entre el sindicalista y la Casa Rosada.
Desde ambos frentes, ayer salieron a marcarle la cancha al gobernador bonaerense, que antes de viajar a Europa había anunciado la intención de encontrarse con el camionero para pedirle que no abandone la vicepresidencia del PJ nacional.
El límite más contundente fue marcado por el sindicalista y diputado provincial Jorge Mancini. Aliado de Hugo Moyano, Mancini advirtió a Scioli que su jefe no estaba interesado en "una alianza contra" el kirchnerismo. De hecho, supeditó la reunión a que Scioli reconozca un "mal funcionamiento" del PJ, como denunció Moyano el 15 de diciembre pasado. "Si es para que funcione mejor el partido, creo que Hugo lo pensaría, pero si es por una alianza, no la necesita", indicó.
Chirolita
Por su parte, el vicegobernador, Gabriel Mariotto, volvió a minimizar el alcance del encuentro entre Scioli y el camionero. "Me parece un tema menor. El partido no es la matriz de la construcción filosófica [del kirchnerismo]", sostuvo ayer, mientras Scioli se preparaba para regresar desde Francia, adonde viajó para recibir tratamiento en su brazo.
Sí le contestó al líder de la CGT, quien había calificado a los funcionarios kirchneristas de "chirolitas" que sólo acatan órdenes. Mariotto asumió el mote. "No somos librepensadores", dijo en diálogo con radio La Red, para completar: "Somos militantes de un proyecto político. La verticalidad es parte de nuestro movimiento, pero es de ida y vuelta, no es boba ni represiva. Yo recibo instrucciones, no las doy".
Con todo, negó abiertamente que la Casa Rosada quiera dividir la CGT, como había declarado Pablo Moyano. "Uno no tiene ni la intención, ni la vocación, ni la posibilidad de interceder para dividir", postuló.
Distinta fue la postura del diputado Carlos Kunkel, quien admitió que existe "un proceso de renovación de autoridades" en la CGT y que el Gobierno redefinirá sus vínculos sindicales cuando "se termine".
Un paso más allá fue el intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez, quien se había reunido el martes con Mariotto. Ayer, le advirtió al camionero que "no use su renuncia como elemento de presión" sobre el Gobierno.
Mientras, en La Plata aguardaban anoche la llegada de Scioli, quien definirá si, después de una semana en la que los propios aliados de Moyano pusieron en duda la conveniencia de una reunión, mantiene abierto el diálogo.
