Hugo Moyano no fue el único dirigente sindical que rechazó la medida del Gobierno de vigilar la rentabilidad de las empresas privadas para evitar que se desborden las negociaciones paritarias. Hubo otros sectores, incluso los que están enfrentados con el jefe de la CGT, que también observaron con malestar y desconfianza el anuncio de la presidenta Cristina Kirchner.
"Si los aumentos son de acuerdo con la rentabilidad, que dejen a los gremios ver los balances de las empresas. Si es así, vamos a terminar detrás de Moyano reclamando la participación de los trabajadores en las ganancias", comentó uno de los cabecillas de "los Gordos" (representantes de los grandes gremios).
Otro referente de "los Gordos" se mostró preocupado porque considera que las empresas de su sector ya le habían advertido de las dificultades para ofrecer alzas salariales. "No pueden ofrecer ni el 10%", dijo.
En el bastión de los "independientes" tomaron el anuncio presidencial con algo de desconfianza, aunque advirtieron que habrá que aguardar hasta marzo, cuando la mayoría de las paritarias se encuentren en plena etapa de debate y negociación.
"Si dos funcionarios [por Débora Giorgi y Axel Kicillof] van a estar encima de las paritarias, entonces no son libres y sin techo. Es mentira", reaccionó un dirigente vinculado al transporte.
