Ángel de Cabo, un tiburón.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Ángel de Cabo, liquidador de empresas en concurso de acreedores, titular de varias sociedades, es el protagonista en los meses recientes de Viajes Marsans. Ángel es un personaje curioso que, en los procesos concursales y en las quiebras, se mueve como pez en el agua. Podría liderar un fondo buitre. Él es lo que se llama "un tiburón". Acaba de demostrarlo nuevamente al hacerse cargo de las empresas más desordenadas de Nueva Rumasa (José María Ruiz Mateos y su familia).
La forma de actuar de Ángel de Cabo es fácil de explicar: compra las empresas en situación de insolvencia por una cantidad simbólica (en el caso de Nueva Rumasa, al parecer, € 1), y a cambio se queda con la deuda para, posteriormente, liquidar los activos y obtener como beneficio la diferencia entra lo obtenido por la venta del patrimonio y lo pagado a los acreedores.
Desde hace un tiempo Angel de Cabo y su mano derecha, Iván Losada, son los encargados, vía su empresa Posibilitum Business, de liquidar los escasos activos de las empresas que integraron el Grupo Marsans.
En Madrid afirman que "vendieron hasta los tapetes (alfombras) de los edificios" del Grupo.
Hoy día, Ángel de Cabo tiene una ambición: un acuerdo con el gobierno de Cristina Fernández por las acciones de control de Aerolineas Argentinas. El acuerdo incluiría el desestimiento del reclamo ante el tribunal arbitral Ciadi.
La cuestión es qué se lleva a cambio Ángel de Cabo, oferta que corresponde a Mariano Recalde, presidente y gerente general de Aerolíneas Argentinas/Austral Líneas Aéreas, un superviviente al choque entre Hugo Moyano y Cristina Fernández, y receptor de la confianza de Máximo Kirchner, jefe de la agrupación La Cámpora, que integra Mariano.
Pero todo indica que Ángel de Cabo ha iniciado la aproximación necesaria, apelando a que Aerolíneas Argentinas requiere normalizar la situación jurídica, en especial por el dinero volcado desde el Tesoro Nacional y que hay que transparentar.
En el pasado, Marsans era de Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, hoy día imputados por un delito continuado de apropiación indebida de € 4,4 millones, procedentes del grupo Viajes Marsans, que quebró a mediados de 2010.
El juez de la Audiencia Nacional española, Santiago Pedraz, admitió una demanda presentada por la Fiscalía contra los propietarios y principales gestores de la compañía turística, cuya quiebra, tras más 100 años de historia, dejó una deuda acumulada superior a los € 600 millones, y miles de damnificados.
El magistrado citó a Pascual para declarar el 21/02, mientras Díaz Ferrán deberá acudir al día siguiente.
Díaz Ferrán negó todas las acusaciones y aseguró a la prensa española que el dinero presuntamente incautado se destinó a "abonar facturas" del grupo Marsans.
También está citado quien fue el último director general de la empresa turística, Iván Losada, quien es el principal colaborador de Ángel de Cabo.
Losada era representante de la sociedad Posibilitum Business, propiedad de Ángel de Cabo, que adquirió Marsans en junio de 2010, antes de declarar el concurso de acreedores.
En el caso de Marsans, los colaboradores de De Cabo se asignaron sueldos astronómicos al tomar las riendas del grupo poco antes de que entrase en concurso.
Díaz Ferrán presentó así a Ángel de Cabo: "El comprador tiene la experiencia y los recursos necesarios para gestionar la situación actual del grupo".
Posibilitum Business fue adquirida por antes del ingreso a Marsans: sólo una sociedad instrumental dedicada, según el Registro Mercantil, al comercio minorista de flores, plantas, semillas, fertilizantes y animales exóticos.
De Cabo actúa siempre junto a Gabriel Segura, quien ejerce como abogado del grupo empresarial y es quien da la cara frente a los trabajadores y eventualmente ante la prensa. Fue él mismo quien pocas semanas antes negó tajantemente que hubiera negociaciones para comprar Marsans.
Su 'golpe' más sonado fue la adquisición de Teconsa, empresa vinculada al conflictivo caso de corrupción política española llamado caso Gürtel, en concurso de acreedores, aunque según él reflotará la compañía, lo que contrasta con el informe de los administradores concursales, quienes ven a Teconsa "abocada a la liquidación".
Ángel de Cabo le ganó la puja por Marsans a Xicola, propietario de la inmobiliaria especializada en quiebra Fincas Corral, competencia en la que también irrumpió Juan Batalla Juanola para adquirir Air Comet. Batalla Juanola representaba al fondo luxemburgués Real Estate Distressed Fund, aunque también ha estado vinculado a Fincas Corral.
El fiscal de la Audiencia Nacional, Daniel Campos, acusa a todos los imputados de provocar el vaciamiento patrimonial de la empresa, en perjuicio de 4.706 acreedores de la compañía.
Según su denuncia, "los responsables de la agencia de viajes se apropiaron indebidamente de las cantidades entregadas por los clientes para la adquisición de pasajes", que siguieron vendiendo a pesar de que la empresa era insolvente y estaba a punto de quebrar.
El delito está tipificado en el artículo 252 del Código Penal, remarca el fiscal.
En 2009, el mismo juez Pedraz archivó una demanda presentada por asociaciones de consumidores contra los directivos de Marsans por haber vendido pasajes, concretamente de la aerolínea Air Comet, que pertenecía al grupo, cuando la empresa ya estaba en quiebra. Grupo Marsans se encuentra en concurso de acreedores, y está pendiente de ser liquidada. Se espera una resolución del Juzgado de lo Mercantil Nº 12 de Madrid, sobre si los ex propietarios y directivos son culpables de haber retrasado la presentación del concurso de acreedores.
En tanto, Ángel de Cabo tiene otras prioridades. Mariano Recalde encabeza el listado.
