ESTUVO EN PRIMERA FILA, ACOMPAÑADO POR PLAINI, VIVIANI, PIUMATO Y SU HIJO FACUNDO
El líder cegetista regresó después de cinco meses y en medio de su enfrentamiento con la Presidenta.
Estuvo sentado en primera fila, acompañado de la cúpula de la CGT y dos de sus diputados nacionales. En medio del enfrentamiento que mantiene con el Gobierno y cinco meses después de su último encuentro con la Presidenta, Hugo Moyano volvió ayer a la Casa Rosada.
Cruzó allí saludos fríos con el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y con el titular de la Unión Obrera Metalúrgica y aspirante a sucederlo en la CGT, Antonio Caló. Evitó el contacto con la prensa y apenas soltó palabras de compromiso antes de zambullirse en su auto, a minutos de terminado el acto. De todos modos saludó a varios presentes con una sonrisa y un apretón de manos y dijo, con ironía, que le gustó la frase de la Presidenta “donde habló de paz”.
El líder cegetista estuvo acompañado por algunos de sus dirigentes más cercanos como Omar Plaini (canillitas), Omar Viviani (taxistas), Julio Piumato (judiciales) y su hijo Facundo Moyano (peajes). “Esperemos que esto sea la apertura y que de aquí se dispare la posibilidad cierta de tener una reunión por los temas de la agenda que tiene la CGT. Es un buen momento para retomar el tema y tratarlo”, exaltó Plaini antes del acto. Sin embargo, en la Casa Rosada no confirmaron si, durante su estadía en Gobierno, el camionero charló en privado con la Presidenta o con algún funcionario del elenco ministerial.
En la noche del lunes, Moyano había visitado los estudios de TN, donde insistió con algunas declaraciones punzantes hacia Cristina Fernández de Kirchner. Entre otras cuestiones, advirtió que “terceros mandatos nunca fueron buenos” y rechazó la “obsecuencia debida” con el oficialismo. En un guiño a la entrevista, Facundo Moyano publicó ayer en la red social Twitter un reportaje de la Presidenta con el mismo programa, Desde el Llano, y resaltó el pasaje en que la mandataria defendió la necesidad de contar con “sindicatos fuertes”.
De todas formas, el líder de la CGT le bajó el tono a su enfrentamiento con la Casa Rosada durante esa misma emisión televisiva, al definirlo como “un compás de espera”.
Caló quiere liderar la CGT
En paralelo, y luego de participar del acto en Gobierno, Caló admitió anoche que “no hay ningún dirigente gremial que no quiera ser Secretario General de la CGT” y concedió que el jefe de la central obrera desde julio próximo se definirá entre él, el propio Moyano y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias).
“A mí nadie me preguntó si yo quiero ser secretario de la CGT. Creo que tenemos que esperar a junio, puede ser Moyano, puede ser Caló puede ser Lingeri”, afirmó el referente de la UOM.
Mencionado como un dirigente que promovería el Gobierno para desplazar a Moyano, señaló en C5N que buscará consensos.
