Dos cazas de la fuerza aérea inglesa acompañaron a un jet privado por la tensión con la Argentina.
En una jornada signada por nuevos respaldos al reclamo argentino de soberanía sobre las islas Malvinas y en el contexto de las denuncias del Gobierno sobre la militarización de la región, dos aviones de la fuerza aérea británica (RAF) sobrevolaron ayer el territorio en disputa para acompañar a un jet privado, debido a la "tensión" que existe entre ambos países, dijeron fuentes del Reino Unido.
Según publicó el diario británico Mirror, el jet privado modelo Cessna, en el que viajaban un capitán de vuelo de la aerolínea British Airways y su esposa para realizar una misión solidaria, fue escoltado por dos aviones de la RAF debido a la "tensión" creciente entre su país y la Argentina. En las islas se encuentra el príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión real, para un programa de entrenamiento militar.
"Debido a la creciente tensión con la Argentina por una guerra de palabras por la soberanía de las islas, fueron enviados dos jets de la real fuerza aérea británica para custodiarlos", informó el matutino.
La noticia se conoció poco después de que la Argentina aceptara la mediación del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en la disputa por las islas. La semana pasada, el canciller Héctor Timerman alertó en la ONU sobre la creciente "militarización" del Atlántico Sur promovido por Inglaterra, que envió a Malvinas el submarino nuclear Vanguard, el destructor HMS Dauntless y aviones Typhoon. En la actualidad, el archipiélago cuenta con la base aérea de Mount Pleasant, una fragata de patrulla en el área y una guarnición 1700 efectivos, casi equivalente a la población de las islas.
Más allá de la actividad de los aviones británicos, la Argentina recibió ayer el respaldo del ex canciller chileno Juan Gabriel Valdés, para quien "el respaldo a los derechos soberanos de la Argentina" sobre Malvinas "es una política de Estado" en el país vecino.
Valdés, canciller de Chile durante la gestión presidencial de Eduardo Frei y de su sucesor Ricardo Lagos, apoyó el reclamo argentino de reanudación del diálogo entre ambos países y pidió a Gran Bretaña que "acepte sentarse a conversar" con el país.
También el actor Sean Penn expresó su apoyo a la vía diplomática en su encuentro con la Presidenta en Casa Rosada.
En la Cámara de Diputados, en tanto, debutará hoy la nueva composición de la Comisión de Relaciones Exteriores, que será presidida por el kirchnerista Guillermo Carmona (FPV-Mendoza).
La sesión en Ushuaia
En el encuentro de la comisión legislativa se definiría la posibilidad de que la comisión se traslade a Ushuaia el viernes próximo para protagonizar un acto público por la soberanía argentina en Malvinas, jugada fogoneada por el jefe de bloque de diputados kirchneristas, Agustín Rossi (FPV-Santa Fe).
Sin embargo, la iniciativa despertó reparos en la oposición. "No queremos ser funcionales a una estrategia discursiva del oficialismo por Malvinas. Ya estuvimos la semana pasada en la Casa Rosada para asistir a un anuncio presidencial que, al final, fue más gestual que concreto. No queremos volver a repetirlo", anticipó, cauto, uno de los flamantes diputados opositores.
Gremios del transporte llaman a un boicot
En medio de la creciente tensión por Malvinas, la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) llamó ayer a un "boicot a cualquier nave de cualquier tipo y forma, que lleve bandera británica o que sea propiedad de británicos". La CATT, un bastión que lidera Hugo Moyano y que reúne a gremios vinculados con el transporte terrestre, marítimo, ferroviario y aéreo, tildó de "pirata agresor" a Gran Bretaña. La acusación fue a través de un comunicado que se tituló "Malvinas somos todos". El secretario general de la CATT, Omar Viviani, y el tesorero, Omar Suárez, firmaron el documento de los sindicatos del transporte.
