Reclamó por el "cambio de actitud del Estado"
A pesar de su regreso a la Casa Rosada y de escenificar una virtual pacificación, Hugo Moyano mantiene su postura combativa hacia el Gobierno. A través de un comunicado, el secretario general de la CGT rechazó ayer un cambio de actitud del Estado en cuanto a las protestas sociales y criticó con dureza los últimos episodios en los que hubo represión.
La reacción de Moyano se conoció después del choque de ayer entre ex combatientes de Malvinas y efectivos de la Policía Federal y de la Gendarmería durante una manifestación en la avenida 9 de Julio.
"La CGT manifiesta su rechazo y su preocupación frente a una escalada que, esperamos, no sea un cambio en la política de persuasión y de respeto irrestricto a los derechos humanos, que pretendemos siga siendo una política de Estado", escribió Moyano en un comunicado que también lleva la firma del dirigente judicial Julio Piumato.
En su mensaje, Moyano enumeró los últimos episodios violentos en manifestaciones sociales. Recordó el enfrentamiento de los trabajadores camioneros con la policía de Chubut, el choque en Catamarca por las protestas contra las minas a cielo abierto y ahora la queja encabezada por ex soldados que quieren ser reconocidos como veteranos de la Guerra de las Malvinas.
El jefe sindical comparó la actitud del Gobierno con las medidas que adoptó otras veces la gestión de Mauricio Macri en la ciudad de Buenos Aires. "Sin entrar a considerar el fondo de la cuestión, preocupa a la CGT este aparente cambio de política, antes patrimonio del gobierno de la ciudad autónoma de Buenos Aires, reprimiendo indigentes a través de la UCEP o a los manteros de Florida con la Policía Metropolitana", señaló Moyano en el comunicado, que se tituló: "Represión en Buenos Aires, ¿algo está cambiando en la Argentina?
Si bien la seguidilla de actos violentos durante manifestaciones alertó a la CGT, los gremios que la integran no acompañarán hoy a la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) en su marcha de protesta para derogar la denominada "ley antiterrorista" (ver página 9).
En un intento por exhibir un gesto conciliador, Moyano destacó: "Hacemos un llamado a las autoridades responsables para que retomen el ejercicio del diálogo social como fórmula de encauzar cualquier tipo de conflicto y despejen las dudas despertadas por estas acciones, respecto de un cambio en la conducta del Estado en el tratamiento de los reclamos que formulen los trabajadores u otros sectores sociales, en defensa de sus legítimos derechos".
Como en los 90
Moyano ya había sido muy duro con el Gobierno cuando sucedió el enfrentamiento en Chubut entre los manifestantes de su gremio y la policía local, por los despidos de 81 personas de la empresa Correo del Sur, una contratista de la gasífera Camuzzi.
Su hijo Pablo Moyano, número dos en el escalafón jerárquico del sindicato de camioneros, expresó en un comunicado, el 20 de enero pasado: "No a la represión policial como en la década del 90. Hacemos saber nuestro repudio a la represión que recibieron en Trelew los compañeros. Defenderemos a los trabajadores contra el gobierno de turno y resistiremos, como lo hicimos en los 90. No permitiremos que los trabajadores vuelvan a ser la variable de ajuste".
