El camionero prepara también, para el 23, un encuentro para recordar a Perón.
Hugo Moyano tensa la cuerda al máximo. Este jueves, en la sede de la CGT, hará un acto para recordar el aniversario de los Derechos del Trabajador proclamados por Juan Domingo Perón en 1947, una provocación apenas encubierta hacia el kirchnerismo duro.
Además, por estas horas analiza sumarse a la marcha del próximo 14 de marzo en que la CTA y diversos movimientos sociales llevarán su reclamos a la puerta del Misterio de Trabajo.
Sin embargo, el camionero no cuenta con el aval de sus hombres más cercanos para avanzar en ese gesto que significaría quemar definitivamente los puentes con la Casa Rosada.
El titular de rama opositora de la Central de Trabajadores de la Argentina, Pablo Micheli, le ratificó ayer a Clarín que Moyano lo llamó el miércoles pasado para decirle que estaba “muy convencido de la necesidad de marchar juntos” y que estaba “tratando de consensuar esa posición dentro de la CGT”.
No le será sencillo. Ayer mismo, Juan Carlos Schmid (Dragado), que siempre fue uno de los hombre de confianza y vocero informal del camionero, tomó distancia de esa posibilidad. “Yo no estoy informado de que Moyano tenga esa idea y tampoco me parece conveniente que nosotros marchemos con la CTA”, le dijo a este diario.
“Me parece que Micheli está tratando de subir a Hugo a un ring que no es el nuestro”, agregó.
Schmid no es el primer hombre cercano a Moyano que se muestra en desacuerdo con entrar en una confrontación abierta con el Gobierno. Omar Viviani (peones de taxi) es otro que viene exhibiendo posturas autónomas y fue el que anunció que la semana pasada que la CGT no se sumaría a la marcha contra la Ley Antiterrorista que protagonizó la CTA.
Fue precisamente el día de esa marcha cuando Moyano levantó el teléfono para volver a acercar posiciones con Micheli.
Los diálogos entre ambos habían arrancado a fines del año pasado, luego del explosivo discurso del camionero en el estadio de Huracán. Micheli y Moyano, separados por un abismo durante años, vieron entonces la posibilidad de potenciar juntos sus reclamos. “Unidad de acción”, denomina Micheli a esa alianza táctica, que también le genera tensiones en su frente interno.
El 14, marcharán junto a la CTA la Corriente Clasista y Combativa, Barrios de Pie y otros organizaciones sociales. Llevarán cinco reclamos como bandera: paritarias sin techo, asignaciones familiares unificadas y sin tope salarial, jubilación mínima igual al salario mínimo, eliminación del impuesto a las ganancias sobre los salarios y aumento para los 140 mil beneficiarios del plan de cooperativas Argentina Trabaja.
Son reclamos compartidos por Moyano. Pero si se suma a la marcha no sólo terminaría de quemar los puentes con el Gobierno. También podría significar un quiebre con muchos de sus aliados sindicales.
