La voz sindical responsabilizó ayer de manera unánime a la empresa concesionaria TBA y a la falta de controles estatales por la tragedia ferroviaria en la estación de Once. Coincidieron en esta postura desde la CGT de Hugo Moyano hasta los gremios ferroviarios vinculados a la izquierda.
"La falta de mantenimiento se da en todos los ramales y la falta de inversión es una constante por parte del Estado", se quejó Omar Maturano, secretario general de La Fraternidad, uno de los gremios más poderosos del sector junto con la Unión Ferroviaria.
El delegado sindical de la Línea Sarmiento Rubén Sobrero aseguró que había sido revisado el sistema de frenos del tren que chocó en Once. "Esa formación salió ayer [por anteayer] del taller. Lo habían revisado. Alguna falla hubo, es todo muy extraño", sospechó Sobrero.
Con fuerte presencia en los cuerpos de delegados de los ferroviarios, el Frente de Izquierda acusó a la compañía y al Estado. "La culpa es del empresario privatizador TBA-Grupo Cirigliano y del gobierno de Cristina Kirchner, que vino subsidiando sus ganancias con cifras millonarias sin ningún control", se expresó en un comunicado.
Una postura similar adoptó la CGT, que se solidarizó con las víctimas a través de un comunicado firmado por Moyano. Además, Julio Piumato reclamó que el Estado le retire "urgente" la concesión a TBA. También el diputado nacional y referente de la Juventud Sindical Facundo Moyano fue duro: "La falta de control estatal y la desidia empresaria costaron 49 trabajadores muertos".
Los dirigentes de los cuatro gremios ferroviarios se reunieron ayer para formalizar la creación de una federación y canalizar grupalmente sus exigencias. Los dirigentes temían que el accidente le costara el cargo al subsecretario de Transporte Ferroviario, Antonio Luna, un gremialista cercano a Maturano.
