Los planes de Cristina / Después de la operación de tiroides.
Tuvo una agenda liviana y fue sólo siete veces a la Casa Rosada; tres viajes al Sur.
Por Mariano Obarrio | LA NACIÓN 26.02.12
Cristina Kirchner, el viernes, al llegar a Río Gallegos.
Los 30 días posteriores a su regreso después de la operación de tiroides resultaron relajados para Cristina Kirchner. Por los días feriados y su agenda aliviada, la Presidenta sólo tuvo 15 días de actividad oficial. Unicamente en siete de ellos asistió a la Casa Rosada; otros siete permaneció en Olivos durante toda la jornada en forma exclusiva, y hubo otro día en que la desarrolló en El Calafate.
El resto del mes, que dedicó al descanso, los repartió en entre Río Gallegos, El Calafate y Olivos. Viajó al Sur tres veces: del 26 al 30 de enero; del 14 al 21 de febrero y desde anteayer hasta mañana.
De los siete días que asistió a la Casa Rosada, en cinco lo hizo para encabezar grandes actos con anuncios y discursos oficiales. Presidió otro acto público más, pero en El Calafate, el 15 de febrero. En total fueron seis discursos, algunos con conexiones a distancia mediante videoconferencias.
La mandataria se operó de tiroides el 4 de enero. Tuvo licencia médica hasta el 24 de ese mes. Según confiaron a LA NACION altas fuentes oficiales, desde entonces está autorizada a trabajar en forma normal sin prescripción médica para disminuir su intensidad. Sólo debe respetar controles mensuales de su función tiroidea.
Cristina Kirchner reapareció el 25 de enero en Balcarce 50 con aquel duro discurso en el cual advirtió a YPF y a las petroleras "que se terminó la avivada". Las acusó de encarecer el precio del combustible, de no invertir en producción y de llevarse las ganancias al exterior.
Por esos días, el debate se centraba en las colas para obtener la tarjeta SUBE; la designación de Alicia Castro como embajadora en Londres; la promoción del vicepresidente Amado Boudou a una reforma de la Constitución, y el retiro de la Policía Federal de los subtes.
Los registros periodísticos indican que Cristina sólo pisó su despacho del palacio gubernamental aquel 25 de enero; el 1° de febrero; el 7, el 9, el 13, el 22 y el 23 de este mes. Siete veces. Pero sólo por la noche; hasta las 18, se quedaba en Olivos.
En cambio, otros siete días permaneció en Olivos en forma exclusiva, con reuniones de trabajo: fueron los días 26 de enero, 2, 3 y 6 de febrero (el 4 y 5 fue fin de semana). Y los días 8, 10 y 14 del mes actual.
El 1° de febrero, Cristina Kirchner anunció en Balcarce 50 el aumento a los jubilados de 17,6% y la creación de una comisión para intervenir en paritarias entre empresas y sindicatos y fijar límites en la negociación. Con la inusual presencia de invitados de la oposición, el 7 adelantó en la Rosada su denuncia a Gran Bretaña ante las Naciones Unidas por la "militarización" del Atlántico Sur y las islas Malvinas.
Dos días después, el 9, la Presidenta trabó por videoconferencia desde Casa Rosada un animado diálogo con un presunto trabajador cementero supuestamente elegido al azar, Armando Domínguez, que defendió la minería a cielo abierto. Con exclamaciones, Cristina Kirchner se empeñó presentarlo como "la voz del pueblo".
Después se comprobó que era vicepresidente del PJ de Olavarría y secretario general de la AOM, el gremio minero.
El día 13, la primera mandataria minimizó en Balcarce 50 las pérdidas agropecuarias por la sequía y evitó referirse al aumento de 100% de las dietas de los legisladores. El 14 partió hacia El Calafate, donde al día siguiente inauguró un jardín de infantes y elogió la gestión de Aerolíneas Argentinas.
Tras relevar el martes pasado a Benigno Vélez del Banco Central, salpicado por el escándalo Boudou-Ciccone, sobrevino la tragedia de TBA en Once. Suspendió un acto por Malvinas, pero fue a la Casa Rosada el miércoles y el jueves. Anteayer voló a El Calafate para recordar el natalicio de Néstor Kirchner, que ayer hubiera cumplido 62 años.
