La renovación de autoridades de la CGT está bajo sospecha y envuelta en un escándalo. Cuando faltan diez días para la elección, el Ministerio de Trabajo convocó para mañana a los cuatro gremios que solicitaron la anulación del comicio llamado por Hugo Moyano para intentar una conciliación con el sector que lidera el jefe de los camioneros.
Los dirigentes opositores Carlos West Ocampo (Sanidad), Ricardo Pignanelli (Mecánicos), Julio Ieraci (Luz y Fuerza) y Armando Cavalieri (Comercio) reclamaron hace tres semanas la nulidad absoluta de la reunión del consejo directivo de la CGT en la que se aprobó la convocatoria al comité central confederal.
Los denunciantes argumentaron que Moyano no tenía el quórum necesario que exige el artículo 50 del estatuto de la central sindical.
El jefe de la CGT se defendió e informó que participaron 21 de los 35 representantes del consejo de la CGT en el encuentro del 24 de abril pasado, cuando se oficializó el llamado a las urnas para el 12 de julio.
En caso de no prosperar la conciliación, el Ministerio de Trabajo podría anular el comicio. Si ocurre eso, el antimoyanismo prevé convocar de inmediato a un nuevo congreso, lo que será el primer paso hacia una nueva fractura de la central obrera. La oposición contaría con 19 de los 35 miembros del actual consejo directivo para dar este paso. El candidato de este sector para liderar la CGT es el metalúrgico Antonio Caló.
El encuentro en la cartera laboral será mañana, a las 12, en la sede de avenida Callao al 100. Allí, ambos sectores sindicales deberán cotejar sus pruebas y un funcionario del Ministerio hará de mediador. En este tipo de reuniones, no suelen ir los dirigentes, sino los abogados de cada gremio.
Moyano había anticipado el miércoles pasado, durante su protesta en la Plaza de Mayo, que si el Gobierno impugnaba la elección, él iba a desconocer esa determinación e igualmente iba a activar el comité que prevé elegir a las autoridades.
Desde el antimoyanismo dudaban anoche sobre la asistencia de los abogados de Moyano al encuentro en el Ministerio. "La ausencia podría derivar en la impugnación", dijo un dirigente.
