EL LÍDER CEGETISTA EN SU PEOR MOMENTO: SIN FUTURO EN LA CGT Y AISLADO POLÍTICAMENTE
El acto de Hugo Moyano en Plaza de Mayo fue su último intento de revertir la realidad: que su continuidad al frente de la CGT no está asegurada y que carece de respaldos políticos de peso de cara al futuro. El pedido de impugnación y la próxima fractura de la central obrera. Los antimoyanistas quieren proclamar a su candidato en septiembre.
Por Damián Juárez
El acto de Plaza de Mayo fue quizás el último intento de Hugo Moyano por demostrar su poder y su fuerza, su capacidad de convocatoria. Sin embargo, las 25 mil personas que fueron a la plaza, lejos de las 80 o 100 mil que imaginaba el camionero, terminaron de confirmar cómo está hoy: sin aliados sindicales ni políticos.
En su discurso en la plaza, el propio sindicalista reconoció que su acto había sido convocado por el gremio de Camioneros y no por la CGT, admitiendo la falta de respaldo que tuvo dentro de la misma organización obrera a la hora de convocar al acto.
Pero hoy por hoy Moyano tiene otras urgencias. Está esperando que el Ministerio de Trabajo resuelva la impugnación que presentaron los gremios que se oponen a su continuidad en la CGT. En esta impugnación aseguran que en la reunión en la cual se convocó a los comicios del 12 de julio para renovar autoridades hubo vicios formales. Concretamente, que algunos representantes de gremios no eran los formalmente habilitados por los estatutos internos.
El cuadro de situación podría resumirse así: de los 140 gremios que existen en el país, solamente una veintena respalda la continuidad de Moyano. El resto, o es indiferente o apoya decididamente la postulación de cualquiera que no sea el camionero.
Quien aparece con más posibilidades para reemplazarlo es el metalúrgico Antonio Caló, secretario general de la UOM. Algunos de los que apoyan su candidatura fueron los que presentaron la impugnación ante el Ministerio de Trabajo. Aspiran a que la cartera a cargo de Carlos Tomada establezca la nulidad de los comicios del 12 de julio.
En ese caso, convocarán a una nueva reunión del consejo directivo de la CGT, donde aseguran tener cerca de 20 de los 35 votos de ese órgano. Allí, según pudo saber “Democracia”, definirían una nueva fecha de elecciones para el mes de septiembre, con el objetivo de consagrar al frente de la central obrera a un antimoyanista, que sería Caló.
El Consejo Directivo de la central obrera está compuesto por 35 sindicalistas.
Un relevamiento hecho por “Democracia” entre fuentes sindicales permite hacer al día de hoy el siguiente conteo: Moyano cuenta con el apoyo de Gerónimo Venegas (Uatre), Amadeo Genta (Municipales), Julio Piumato (Judiciales), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Carlos Bonjour (Utedyc), Viviana Córdoba (Alimentación), Nelso Farina (Fatun), Abel Frutos (Panaderos), Domingo Moreyra (Ceramistas), Ramón Baldassini (Telefónicos), Miguel Paniagua (Sutep), Luis Hlebowicz (Pasteleros) y Omar Plaini (Canillitas). Son 14 votos, lo que lo pone en posición de clara minoría.
Los antimoyanistas tienen en sus filas dentro del Consejo Directivo a Juan Belén (UOM), Omar Viviani (Peones de Taxi), Andrés Rodríguez (UPCN), Héctor Daer (Fatsa), Juan José Zanola (Bancarios), José Pedraza (Unión Ferroviaria), Carlos Ríos (Obras Sanitarias), Oscar Lescano (Luz y Fuerza), Armando Cavalieri (Comercio), Roberto Fernández (UTA), Gerardo Martínez (Uocra), Norberto Dipróspero (APL), Carlos Sueiro (Supara), Horacio Ghilini (Docentes Particulares), José Rodríguez (SMATA), Omar Maturano (Fraternidad), Omar Suárez (SOMU) y Daniel Rodríguez (Foesitra). Son 19 votos, lo que les garantiza la mayoría en el Consejo Directivo. Resta saber la posición de Jorge Lobais (AOT) y Luis Pérez (Seguro), que no están decididamente con ninguno de los dos sectores.
Más allá de la cantidad de gremios con los que cuenta cada sector, donde Moyano está en minoría, también hay que analizar el tipo de gremio que respalda, su cantidad de afiliados, historia dentro del movimiento sindical y capacidad de movilización.
En este sentido, Moyano no cuenta con respaldo de gremios importantes como los metalúrgicos, empleados de comercio, ferroviarios, transporte, construcción o estatales.
El escenario más probable, que podría concretarse en los próximos días, es que el Ministerio de Trabajo haga lugar a la impugnación de los antimoyanistas. Esto llevaría al camionero a entablar una larga lucha judicial, mientras que sus adversarios internos harían otra convocatoria electoral para consagrar a un candidato propio. En ese momento se consumará la inevitable fractura cegetista.
Moyano también sufrió el “golpe” que significó que dos hombres de su extrema confianza le dieran la espalda. El primer caso fue el del “taxista” Omar Viviani, quien lo abandonó para pasar a las filas de los antimoyanistas. El otro caso es el del diputado nacional Héctor Recalde, histórico asesor legal de la CGT y abogado de Moyano.
Apremiado a definir en qué vereda estaba, considerando además que su hijo Mariano es uno de los principales referentes de La Cámpora y titular de Aerolíneas Argentinas, Recalde padre no tuvo dudas: “Soy un diputado oficialista y la conductora es Cristina”, resumió para que quede claro, aunque su ausencia en el acto de Moyano en Plaza de Mayo ya había sido demasiado elocuente para darse cuenta dónde se había parado.
El futuro de la central de trabajadores parece depender ahora de la interpretación que haga el Ministerio de Trabajo de la reunión del Consejo Directivo de la CGT del 24 de abril pasado. Ese día se convocó a las elecciones del 12 de julio. Moyano asegura que en el encuentro participaron 21 de los 35 representantes del Consejo de la CGT, pero la oposición lo acusó de falsificar cifras y representaciones.
En este punto está el corazón de la impugnación. Los antimoyanistas indican que muchos gremios estaban representados, pero la persona que los representaba no era integrante del Consejo Directivo. Por ello emitieron una solicitada en la cual aseguraban que tenían el respaldo de 20 de los 35 miembros del Consejo Directivo.
Mientras tanto, Moyano enfrenta una multa de 4.000.000 de pesos que le impuso el Ministerio de Trabajo por el paro que realizó el sindicato de camioneros y que paralizó la distribución de combustible hace quince días, mientras regía la conciliación obligatoria en el marco de la negociación por paritarias.
También enfrenta la denuncia penal promovida por el Gobierno durante el mismo conflicto por los delitos contemplados en los artículos 149 y 194 del Código Penal por amenazas, amenazas agravadas y por entorpecer el normal funcionamiento de los transportes.
El lunes 2 de julio el Gobierno también resolvió anular el fondo de compensación que regía desde 2003 para financiar los exámenes psicofísicos de los choferes de camiones.
Tras fracasar su sueño de presionar al Gobierno llenando la Plaza, Moyano analiza los pasos a seguir. Enfrenta su peor momento de aislamiento gremial y político.
Corre peligro su continuidad al frente de la CGT, donde sólo el 15% de los gremios del país lo respaldan.
Moyano está solo y a la deriva.
Hacer futuro con qué va a pasar en la CGT y cómo van a estar representados los trabajadores en el futuro es tarea complicada. Si bien los sectores denominados “gordos” e “independientes” confluyen ahora en el cuestionamiento a Moyano, no está claro que entre ellos haya el consenso necesario para consagrar a un líder que los represente.
Si bien la figura de Antonio Caló parece hoy aglutinar el descontento antimoyanista, no está dicha la última palabra. Sobre todo porque hay un interrogante acerca de cuán cerca o lejos se parará la futura conducción cegetista del gobierno de Cristina.
Otro interrogante lo genera Luis Barrionuevo, el histórico dirigente gastronómico. Hace algunos años conformó la CGT Azul y Blanca, que podría integrarse a una nueva conducción pero pone una sola condición: que el perfil sea decididamente antikirchnerista.
El rol que jugará la CTA en este ajedrez sindical también merece un análisis. La Central de Trabajadores Argentinos ya tuvo una fractura en 2010, tras los comicios que consagraron a Yasky al frente de la CTA oficial, mientras que Pablo Micheli, el perdedor de aquella contienda, que no estuvo exenta de denuncias y escándalos, se ubicó en la vereda de enfrente del kirchnerismo frente a un Yasky cercano a las posiciones de la Casa Rosada.
El mapa sindical 2012, como se ve, es de todo menos tranquilo.
Ya no está sobre la mesa solo la discusión de poder puertas adentro de los gremios, sino que los sindicatos son jugadores de primer nivel en la pelea política que se avecina rumbo a las legislativas 2013 y las presidenciales 2015. El show recién empieza.
MOYANO: RESPALDOS Y RECHAZOS EN EL CONSEJO DIRECTIVO
El Consejo Directivo de la CGT, que tiene la potestad de convocar elecciones para renovar autoridades en la central obrera, está compuesto por 35 miembros. Así estaría hoy el alineamiento a favor y en contra de la continuidad de Moyano al frente de la central obrera.
A FAVOR (14)
Hugo Moyano (Camioneros) Gerónimo Venegas (Rurales) Amadeo Genta (Municipales) Julio Piumato (Judiciales) Juan Carlos Schimd (Dragado y Balizamiento) Carlos Bonjour (Utedyc) Viviana Córdoba (Alimentación) Nelso Farina (Fatun) Abel Frutos (Panaderos) Domingo Moreyra (Ceramistas) Ramón Baldassini (Foecyt) Miguel Paniagua (Sutep) Luis Hlebowicz (Pasteleros) Omar Plaini (Canillitas)
EN CONTRA (19)
Juan Belén (UOM) Omar Viviani (Taxistas) Andrés Rodríguez (Estatales) Héctor Daer (Fatsa) Juan José Zanola (Bancarios) José Pedraza (Unión Ferroviaria) Carlos Ríos (Obras Sanitarias) Oscar Lescano (Luz y Fuerza) Armando Cavalieri (Comercio) Roberto Fernández (Transporte) Gerardo Martínez (Construcción) Noé Ruiz (Modelos) Norberto Dipróspero (APL) Carlos Sueiro (Supara) Horacio Ghilini (Docentes Particulares) José Rodríguez (Smata) Omar Maturano (Fraternidad) Omar Suárez (SOMU) Daniel Rodríguez (Foeesitra)
La UOM le contestó a Moyano
Referentes de la Unión Obrera Metalúrgica cargaron tintas contra la acusación de Hugo Moyano en la que calificó a quien sea su sucesor en la CGT como “gerengado”: un delegado puesto por los gerentes.
Enrique Salinas, tesorero de la UOM y secretario general de la seccional La Plata, consideró que “Todos en el movimiento obrero sabemos que Moyano es un sindicalista empresario. Llama la atención que hable de ‘gerengado’ cuando él es el primer ‘gerengado’.
Basta recordar que su manejo del APE tuvo resultados nefastos. Sabemos que ocho años de unicato no sirven para el movimiento obrero, porque el movimiento obrero necesita un conductor cuyo único interés sean los trabajadores y las organizaciones gremiales y no los negocios”.
Por su parte, Abel Furlan, secretario general de la seccional Campana del gremio, agregó que “QuizásMoyano esté nervioso porque sabe que a la próxima CGT la van a elegir los trabajadores. Y el futuro líder no se va a dejar amedrentar por las presiones de sindicalistas empresarios con ansias desmedidas de poder.
Lo que él le critica al Gobierno es lo que él practica en la CGT. No escucha, no acepta sugerencias. Durante ocho años hizo y hace lo que quiere. Por eso, cuando el compañero Caló habla del unicato deMoyano, tiene toda la razón: condujo su organización y la CGT para el beneficio de su empresa familiar. En la UOM sabemos la clase de dirigente que es Antonio Caló: no es un dirigente empresario porque su único anhelo es el bienestar de los trabajadores y organizaciones gremiales”.
ADVERTENCIA DE LOS GREMIOS ANTIMOYANISTAS
“NO SE PUEDE USAR AL MOVIMIENTO OBRERO PARA JAQUEAR AL PODER SURGIDO DEL VOTO POPULAR”
Gremios opositores a la continuidad de Hugo Moyano al frente de la CGT llamaron a formar un “modelo sindical de unidad, solidaridad y organización” y advirtieron sobre quienes utilizan al movimiento obrero “como una plataforma para jaquear al poder político surgido del voto popular”.
La convocatoria fue formulada a través de una solicitada publicada el lunes 2 de julio en varios matutinos y firmada por la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), UTA, Foetra, Peones de Taxi, La Fraternidad, Asociación de Aeronavegantes y Sadop, entre otros.
“En el movimiento obrero enfrentamos una nueva crisis, y como a otras, la clave para superarla es el modelo sindical de unidad, solidaridad y organización”, comienza la nota, a la que también adhieren los gremios Fatel, APL, Fatida, Atepsa, Capitanes de Ultramar, SOMU, Federación del vestido, Fatfa, Molineros, Pecifa, Uecara, Aatrac, Secasfpi, Capitanes y Baqueanos Fluviales, Obreros y Empleados Fotógrafos, Supervisores de la Industria Jabonera y Perfumista, Sindicato de la Industria de Chacinados y Fatpren.
“Quienes hemos trabajado incansablemente en pos de la consolidación de su calidad institucional, uno de los principales valores, vemos con preocupación la distorsión de sus objetivos centrales, provocado por una dinámica de conflictos generados por algunas personas y sus intereses por sobre las estructuras y sus necesidades”, manifiestan luego, aunque sin dar nombres.
Advierten además que “el tironeo irracional y las confrontaciones innecesarias generan nuestro debilitamiento” y añaden que “tras tantas luchas épicas en pos de la defensa del interés nacional y popular y de los derechos laborales, ahora corremos el riesgo de involucrarnos en una disputa que no beneficia a nadie”.
“Quienes fundamos este espacio, sin renunciar a la lucha, creemos firmemente en las virtudes del diálogo como herramienta para zanjar diferencias, para reflexionar y para dejar de lado las imprudencias de algunos que nos han llevado a conflictos interminables”, sostienen los gremios antimoyanistas, que en la solicitada firman como Movimiento Acción Sindical Argentino.
En ese marco, los firmantes de la nota agregan: “Creemos en el movimiento obrero organizado, que actúe defendiendo sus derechos y conquistas y las necesidades del pueblo, adecuado a la nueva realidad tecnológica y productiva, y no como una plataforma para jaquear al poder político surgido del voto popular”.
Finalmente, señalan que “el movimiento obrero requiere de un salto cualitativo al terreno político, pero ello debe ser en el marco de la más amplia y franca discusión de los trabajadores”.
