Tomada definirá ahora si convalida las impugnaciones presentadas por "los Gordos"
Más de dos horas de reunión y ningún acuerdo arrojó ayer la audiencia de conciliación entre el sector sindical alineado con Hugo Moyano y la oposición al líder camionero, que impugnó la convocatoria al congreso del 12 de julio, en el que la CGT renovará sus autoridades.
Al caer la tarde, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, anunció que el intento por acercar posiciones fracasó, por lo que el propio funcionario analizará ahora el expediente y tomará una decisión.
Como informó ayer LA NACION, se estima que el Gobierno anulará el llamado a las urnas que aprobó el consejo directivo de la CGT, presidido por Moyano, por considerar que no se alcanzó el quórum requerido, como plantearon "los Gordos". Ello llevaría a una inevitable fractura sindical.
"No hay plazos", anticipó Tomada, quien confirmó que el ministerio se expedirá, a través de una resolución, sobre la validez de la convocatoria al congreso.
Tras el fracaso de la reunión, el sector de Moyano ratificó la decisión de realizar, pese a todo, el congreso del 12 de julio para renovar las autoridades.
"Si el Ministerio de Trabajo impugna en las próximas horas el congreso entraría en la ilegalidad, porque aún no se agotaron las vías internas", declaró el dirigente gremial Julio Piumato, titular del sindicato de empleados judiciales y uno de los principales voceros de Moyano.
Tras el anuncio de Tomada , Piumato lanzó en Twitter una pregunta abierta y una advertencia: "¿La resolución del Ministerio de Trabajo se titulará «Crónica de un final anunciado»? ¡Sería un mamarracho! ¡El congreso se hace o se hace!"
El encuentro entre las partes se realizó en la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales, una repartición de la cartera laboral ubicada en Callao 114. Por el moyanismo concurrieron Piumato, Omar Plaini, Omar Frutos y los asesores Héctor Recalde y Gustavo Ciampa. Por los impugnantes, fueron los dirigentes Carlos West Ocampo, Julio Ieraci y Oscar Romero, enrolados en "los Gordos", junto con sus abogados Federico West Ocampo y Alberto Tomasone. No estuvieron representantes de los independientes ni del sector que lidera Luis Barrionuevo.
West Ocampo confió en que la cartera laboral finalmente avalará las impugnaciones. Respecto de la convocatoria a un congreso paralelo, respondió: "Hay tiempo para eso".
En su contacto con la prensa, Tomada afirmó que los representantes de ambos sectores mostraron disposición para sostener un "diálogo franco" y mantener "la unidad del movimiento obrero". Dijo que West Ocampo propuso "desistir de las impugnaciones para abrir una mesa de diálogo y dejar sin efecto el congreso del 12 de julio", pero el sector de Moyano respondió que "el congreso no se levantaba".
Ante la imposibilidad de un acuerdo, el ministro anunció que analizará el expediente y evitó definir si se pronunciará antes o después de la fecha prevista para el congreso.
"Nosotros seguimos adelante y el 12 se realizará el congreso", afirmó Piumato, quien opinó que hasta esa fecha "se puede dialogar".
Dos sectores en pugna
Moyanistas. Impusieron su mayoría en el consejo directivo de la CGT para convocar a un congreso el 12 julio, en el que Hugo Moyano buscará su reelección. Defienden la convocatoria y amenazan con ir a la Justicia.
Antimoyanistas. Cercanos al Gobierno y encabezados por "los Gordos", impugnaron la convocatoria al congreso por considerar que no se alcanzó el quórum requerido. Podrían convocar a un congreso paralelo.
