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17/06/2012 Diario Perfil

El plan para sacar a Moyano de la CGT queda en manos del Gobierno

Los “gordos” e “independientes” tienen todo preparado para ganar, pero para hacerlo esperan una intervención clave del Ministerio de Trabajo.

Cuenta regresiva. Pelearán por la legitimación del congreso, luego de las autoridades. La pelea final será por el edificio de Azopardo 802, sede de la central obrera.
El plan para desbancar a Hugo Moyano de la CGT terminará dependiendo de una decisión política del Gobierno. El frente antimoyanista ya delimitó su estrategia de batalla, ahora más clara que semanas atrás, cuando sus distintos integrantes no lograban ponerse de acuerdo.
Los “gordos” e “independientes” pondrán todo en manos del Gobierno y todo está dado para que la batalla por la central obrera sea a todo o nada.
Un miembro del frente antimoyanista aseguró a PERFIL que ya se fijaron los pasos a seguir: el primer objetivo será que el Ministerio de Trabajo, la cartera que otorga a la CGT la certificación de autoridades, convalide la impugnación al confederal convocado por Moyano para fijar fecha de elección de autoridades.
De esa decisión depende el resto del plan. “Tenemos posibilidades concretas de poder realizar una elección de autoridades paralela al congreso de Ferro –anunciado por Moyano para el 12 de julio–, porque tenemos quórum y porque impugnamos el confederal que llamó al congreso de Moyano”, agregó la fuente.
“Luego de realizar nuestro congreso paralelo, el Ministerio debe legitimar nuestra conducción”, que aún no decide si estará encabezada por Antonio Caló (UOM) como secretario general o por un triunvirato. De esta manera, el frente se convertirá en la CGT legal frente a la autoridad de aplicación.
Más tarde, “vamos a reclamar el edificio”, aseguró el sindicalista consultado. “Vamos a pedir que lo desalojen”, confirmó uno de los “independientes”, anticipando lo que será el toque final de la estrategia.
“Vamos por todo: por la legalidad, por la autoridad y por el edificio”, dijo uno de los “gordos” a PERFIL. Y se trata de uno de los más conciliadores.

La mano de CFK. El plan sería perfecto, si no fuera porque del otro lado también van por todo. El moyanismo no tiene pensado ceder.
El sector que lidera el camionero, sostiene que el confederal que los antimoyanistas impugnaron sesionó con quórum que aportaron gremios que estaban con Moyano y semanas más tarde se pasaron al frente anti-Moyano, como los taxistas de Omar Viviani. Aseguran, incluso, que el congreso de Ferro tiene el aval del propio Caló, que se presentó al confederal que votó que el 12 de julio se renuevan las autoridades de la CGT.
Juan Carlos Schmidt, secretario general de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), llamó a todos los gremios aliados a acudir al congreso para convalidar la conducción de Moyano.
El camionero sabe que tiene a Trabajo en contra por razones políticas, y por ende no reconocerá como “legal” su intervención. Si aceptan la impugnación del confederal, irá a la Justicia.
Moyano está convencido de que es el único que merece ser secretario general de la CGT y peleará hasta las últimas consecuencias. Eso implica que resistirá para realizar su congreso cegetista del 12 de julio, aunque sea impugnado por el Gobierno, que su sector asistirá a la elección y lo proclamará ganador en ausencia del resto de los sectores.
También aseguran en el moyanismo que se quedarán en el edificio de Azopardo 802, sede de la CGT. Moyano y los suyos resistirán en el simbólico edificio. El estilo camionero ya lo ha demostrado en ocasiones pasadas: a la hora de resistir, tiene con qué. La posibilidad de un desenlace racional, hoy, parece lejana y casi imposible.

Se recalienta el clima gremial
Los enemigos de Hugo Moyano dan por descartada la posibilidad de sentarse a dialogar con el líder camionero, admitieron dos de los dirigentes más moderados del sector gremial. Una facción buscaba convencer al camionero de acordar un pacto de no agresión. Querían sentarse a discutir cuántos congresales reales van a participar del congreso, establecer una comisión de poderes, y cuáles son los gremios realmente habilitados para votar en el congreso del 12 de julio.
Esta semana, luego de la solicitada pidiendo la unidad –la unidad implica que Moyano no sea candidato ni miembro del triunvirato–, un grupo de personas no identificadas diseminó panfletos contra varios gremios del frente antimoyanista que firmaron el documento, especialmente entre los moderados, que solían ser aliados circunstanciales de Moyano hasta el año pasado.
En los alrededores del gremio de empleados legislativos, su titular, Norberto Dipróspero, que abandonó el moyanismo semanas atrás junto a Omar Viviani (taxistas), repartieron panfletos con la leyenda “traidor”. Incluso debieron desalojar la sede del sindicato tras una amenaza de bomba.

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