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28/06/2012 La Nación - Nota - Política - Pág. 8

Un escenario con íntimos, gremialistas y "colados"

Moyano estuvo pendiente de la seguridad y del discurso que dio Cristina.

Estaba todo listo para salir a escena cuando llegó la noticia. "Cristina está hablando de nuevo", fue el comentario. Rápido de reflejos, Hugo Moyano ordenó: "Vamos a esperar hasta que termine", y todos los que lo rodeaban se quedaron en sus lugares, espiando desde bambalinas a la multitud que esperaba en la Plaza de Mayo. La paciencia duró media hora, hasta que el jefe de la CGT autorizó al locutor para que anunciara su llegada y así poder subirse al palco con los brazos en alto y los dedos en V para darse el baño de popularidad que llevaba una semana esperando.
Lejos de las sutilezas, como en su discurso, el palco que ayer montó Moyano de espaldas a la Casa Rosada fue una reunión de dirigentes sindicales leales al camionero que se mezclaron con un puñado de diputados y referentes del peronismo disidente y de fuerzas de izquierda. Hubo apoyos de otras fuerzas políticas y de sectores sindicales enfrentados al camionero, como la CGT Azul y Blanca, de Luis Barrionuevo.
La foto con el gastronómico en el palco era una de las más esperadas, pero no ocurrió. Barrionuevo sólo acompañó con una nutrida columna que permaneció en la esquina de Avenida de Mayo y 9 de Julio.
Sin embargo, hubo una sorpresa con la aparición en el palco de Guillermo Pereira, del gremio de trabajadores del gas y petróleo privados, y flamante representante de los trabajadores en el directorio de YPF. En ese sitial fue nombrado por la propia Cristina Kirchner.
Otra de las caras que se destacó en el escenario fue la de Ricardo Cirielli (técnicos aeronáuticos). Si bien es opositor al Gobierno, su presencia puede leerse como el nexo de Moyano con la CGT Azul y Blanca, a pesar de que su gremio abandonó el sector de Barrionuevo.
Así, Moyano comandó ayer un palco con pocas sorpresas. Acompañado por Gerónimo Venegas (peones rurales) y el judicial Julio Piumato, llegó al escenario cerca de las 14.30 a bordo de una ambulancia.
A pesar de que durante casi toda la jornada imperó cierto nerviosismo ante la posibilidad de algún desborde de violencia, a medida que se acercó la hora del inicio los gestos se fueron relajando.
Como la orden fue que el palco sólo debía estar ocupado por sindicalistas, la primera línea estuvo integrada por dirigentes gremiales.
Sin embargo, varios políticos lograron colarse y ocuparon un espacio destacado, como la diputada del PJ disidente Claudia Rucci, quien estuvo acompañada por sus compañeros de bancada Cristina Kremer de Busti, el jefe de bloque, Enrique Thomas, y Carlos Brown.
También se subieron al palco, aunque no en un primer plano, el diputado Fernando Solanas y los dirigentes de izquierda Mario Cafiero y Mario Mazzitelli. La otra sorpresa de la tarde fue ver entre los presentes a una distendida Cynthia Hotton, la ex diputada ultraconservadora referenciada con el economista Ricardo López Murphy.
El palco también fue una demostración de fuerza familiar para Moyano. Ausente y en silencio la semana pasada, durante la protesta de los camioneros del combustible, ayer Facundo Moyano hizo su aparición en la plaza al frente de una columna de la Juventud Sindical.
El hijo diputado del secretario general de la CGT se paró en la primera fila del palco junto a su hermano menor, Jerónimo, que vestía una llamativa camiseta roja del Arsenal de Inglaterra.Como era de esperar, Pablo Moyano fue uno de los más activos en la organización. La foto familiar se completó con la esposa del líder camionero, Liliana Zulet.

Pablo y Facundo, con diferencias
Los hijos de Hugo Moyano volvieron a demostrar ayer que transitan por carriles separados. Pablo, el más radical, criticó con dureza al kirchnerismo. Facundo, el más moderado, fue con una pancarta en la que se veía a Perón con Néstor Kirchner.
También exhibieron su diferente percepción cuando tuvieron que hablar de La Cámpora. Pablo advirtió que la agrupación juvenil kirchnerista estaba reclutando gente para provocar incidentes y culpar al compañero Moyano". Facundo, dijo que no le constaba que hubiera miembros de esa organización, con la que tiene una buena relación.
Los dos estuvieron arriba del escenario junto con Hugo Moyano, aunque distanciados. Sólo los unió la demanda gremial. "Los trabajadores no son golpistas y responden a su conductor, Moyano, y no al Gobierno, que les roba la plata con Ganancias", dijo Pablo. "El reclamo de la CGT quedó legitimado por una plaza colmada de trabajadores", coincidió Facundo.

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