International Airlines Group (IAG), la sociedad resultante de la fusión de Iberia y British Airways, ha obtenido un beneficio de 562,7 millones de euros en 2011, el primer año de existencia de esta nueva empresa, un 186% más de lo que habían ganado juntas el ejercicio precedente (196,5 millones de euros).
IAG explicó que en unos resultados “combinados” de las dos aerolíneas –sin considerar participaciones cruzadas y transacciones entre las partes, ni reflejar ajustes contables requeridos en la fusión– las ganancias de la nueva empresa habrían llegado a 555 millones de euros en el 2011, frente a los 100 millones del año anterior.
A juicio de la empresa, los resultados reflejan un sólido comportamiento en el ejercicio impulsado por las mejoras de los ingresos y un buen crecimiento del tráfico premium. No obstante, destacó el incremento que, en el capítulo de gastos, supuso el costo del combustible, que ha crecido en 29,7% en doce meses.
Asimismo indicó que los resultados de IAG se vieron impulsados por las sinergias netas, que se han situado en 74 millones de euros, 64 millones por encima del objetivo a alcanzar en este primer año de la fusión.
La facturación llegó a 16.339 millones de euros, un 10,4 % más que en 2010. Por su parte, en los gastos, que alcanzaron los 15.854 millones de euros, un 9,3 % más que el año anterior, se destaca el costo del combustible, de 5.068 millones de euros, un 32% superior a la factura de 2010.
En tanto, el coste del personal llegó 3.870 M de euros, apenas un 2,1% más. Los trabajadores de Iberia están en conflicto porque, sostienen, la compañía quiere bajar los salarios con la creación de la low cost Iberia Express.
