Por Natasha Niebieskikwiat
Propuso tres vuelos desde Buenos Aires. El Reino Unido rechazó el plan.
CLARÍN 02/03/12
Cristina Kirchner sorprendió ayer a los argentinos, británicos y malvinenses con una propuesta que ya en 2003 había explorado sin éxito la administración de su marido Néstor Kirchner: que aviones de Aerolíneas Argentinas vuelen directamente desde el continente a las Malvinas para aumentar los viajes al archipiélago . A aquél plan de 2003 se negaron sistemáticamente los isleños y los británicos no se involucraron, con lo cual ocurrieron los primeros roces con la política nacional de vuelos hacia las islas. El paso dado por la Presidenta significa un giro en la dureza que mostró frente a los isleños , que llevó a la prohibición a barcos de bandera de Malvinas a atracar en puertos del Mercosur y, más recientemente, a pedirle a las empresas argentinas que se abstengan de comprar productos e insumos británicos.
Ayer, sobre el final de los 195 minutos que tomó su discurso en el Congreso, la Presidenta informó que iba a instruir a su canciller, Héctor Timerman, y a su nueva embajador en Londres, Alicia Castro, para que renegocien los acuerdos de comunicación firmados en 1999 entre los gobiernos de Carlos Menem y Tony Blair. Este estableció, entre otras medidas de acercamiento mutuo, que un avión de Lan vuele semanalmente a Mount Pleasant en un vuelo desde Santiago de Chile con escala en Punta Arenas, y que ese mismo avión haga una parada mensual de ida y otra de vuelta en Río Gallegos.
Luego del discurso, la consejera de las islas Jan Cheek dijo a Clarín que desconocía las intenciones de la Presidenta , pero consideró que un vuelo de Aerolíneas Argentinas desde Ezeiza a las islas no iba a ser “muy popular” entre los isleños y tampoco muy “estable”.
Sin embargo, aunque no constituyó un anuncio formal de que los vuelos semanales de Lan desde Punta Arenas a las islas se suspendían –como había prometido Cristina en las Naciones Unidas, en septiembre pasado– su discurso de ayer en lo que hace a Malvinas desató más incógnitas que conclusiones por las imprecisiones de la mandataria sobre a qué vuelos de la empresa Lan y a qué frecuencias se refería. Un vocero del Foreign Office salió a subrayar que cualquier discusión sobre los vuelos es “ un tema que debe ser considerado por el Gobierno de las islas Falkland ”. También dijo que esperaba que Argentina “ honrara sus compromisos bajo el acuerdo de 1999 ”.
Cristina empezó ayer elogiando al gobierno radical de Arturo Illia bajo el cual se logró que en 1965 las Naciones Unidas aprobaran la resolución 2065 que insta a la Argentina y al Reino Unido a resolver su disputa de soberanía sobre el archipiélago. Luego prometió denunciar ante los órganos bursátiles a las empresas que estén “depredando”, los recursos ictícolas y petroleros en Malvinas. Fue una clara señal a la industria petrolera que explora en las islas y que cotiza exitosamente en la Bolsa de Londres.
En ese punto justificó su promesa en la ONU –cortar los vuelos– por estar “muy cansados, muy humillados” –siguió– “frente a la negativa terca, incomprensible, no ya de reconocer sino de sentarse a discutir lo que Naciones Unidas obliga contemplando el interés de los isleños”. Cristina volvió a acusar a Gran Bretaña de militarizar las islas de la titánica base de Mount Pleasant, y ahí habló de que Timerman y Castro “renegocien” la “posibilidad de que la empresa LAN, que es la que en aquel momento se decidió (en el acuerdo de 1999), porque era el acuerdo de las partes, que volara desde Chile dos veces al mes, aterrizando en Río Gallegos, que es el lugar más cerca de Malvinas mi ciudad, pese a que pertenece a Tierra del Fuego, está a 760 kilómetros del territorio continental.
Vamos a instruir para que negocien que el lugar de estos dos vuelos sean tres vuelos –no dijo si por mes o por semana– pero que partan del territorio continental de la Argentina, Buenos Aires hacia las islas, en nuestra línea de bandera Aerolíneas Argentinas”.
En esa línea, Cristina coincide con la tranquilidad que imperaba ayer en el gobierno de Sebastián Piñera –unos 300 chilenos residen o trabajan temporalmente en las islas– y entre los directivos de Lan en Santiago, que en diálogo con el diario La Tercera entendieron que el vuelo de Punta Arenas seguirá llegando a Mount Pleasant y que lo que el Gobierno argentino pretende cambiar es el de Río Gallegos que, de hecho, según supo Clarín , ya no va a recibir más subsidios del Estado nacional. Lo mismo dijo a este diario en noviembre, en Venezuela, el canciller de Piñera, Alfredo Moreno. Ningún funcionario explicó ayer los dichos de Cristina, más bien se mostraron sorprendidos. Timerman estaba en Azerbaijan. Consultada, Lan Argentina no quiso hacer comentarios.
Llama también la atención que la presidenta anuncie una decisión previa a una negociación, que debería ser efectuada con el gobierno británico, que a su vez le da todo el poder a los isleños, cuya opinión el Gobierno no reconoce en el conflicto. Ayer, el Foreign Office valoró la ruta chilena y consideró “profundamente desafortunado” presionar para que esta se corte. También recordó a Buenos Aires que si quiere promover lazos con las islas debería revertir la prohibición de Néstor Kirchner en 2003 a los vuelos charter de Lan que en verano se sumaban al semanal.
