La oposición interna le exige al titular de los metalúrgicos que renuncie al gremio.
En conversaciones privadas con otros sindicalistas, el metalúrgico Antonio Caló confirmó algo que ya había dado a entender en declaraciones públicas: que quiere reemplazar a Hugo Moyano en la CGT. Para alcanzar su objetivo ya cuenta con el decisivo apoyo de diferentes sectores gremiales y con el de la presidenta Cristina Kirchner. Pero cuando todo indicaría que tenía el camino bastante asfaltado para ser el próximo titular de la CGT, a Caló le surgió un conflicto interno: algunos dirigentes de su gremio lo condicionaron a que si se va como jefe de la central sindical deberá abandonar su cargo de secretario general de la UOM.
A diferencia de la inmensa mayoría de los sindicatos, la UOM tiene varios líderes de peso. Así, su titular surge de acuerdos entre dirigentes de las diferentes seccionales. Un miembro del secretariado nacional de la UOM explicó a Clarín que una ley no escrita del gremio establece que el secretario general del gremio no puede ser simultáneamente jefe de la CGT.
“Ni (José Ignacio) Rucci ni (Naldo) Brunelli eran secretarios general de la UOM cuando ocuparon la jefatura de la CGT”, recordó ese dirigente.
“La idea siempre fue preservar a la UOM de lo que sucediera en la CGT”, agregó.
De acuerdo a los metalúrgicos, Caló no llegaría debilitado a la CGT si deja su cargo de secretario general de la UOM. Esta visión, sin embargo, no es compartida por otros dirigentes sindicales.
“Si no tenés poder en tu gremio no sos nadie en la CGT”, interpretó un sindicalista del antimoyanista sector de “Los gordos”.
Entre los dirigentes que se mencionan podrían reemplazar a Caló en la secretaria general de la UOM figuran tres miembros de su secretariado nacional: Naldo Brunelli (de la seccional San Nicolás), Abel Furlan (Campana) y Francisco “Barba” Gutierrez (Quilmes). Otro que tendría chances, aunque no integra el secretariado nacional, es Carlos Gdansky (La Matanza). Gdansky asumió en diciembre pasado como diputado nacional y forma parte del bloque oficialista.
Formado al lado del histórico Lorenzo Miguel, Caló tiene un perfil muy bajo y fama de mesurado. Según se rumorea en el movimiento sindical, la Presidenta le habría dicho que el próximo secretario general de la CGT tiene que ser él. Mientras se va agigantando la distancia entre Cristina Kirchner y Moyano, cada vez se hace más común ver a Caló en actos oficiales y en una ubicación privilegiada.
El camionero tiene mandato hasta mediados de este año en la CGT. Todo indica que buscará continuar en el cargo por un tercer periodo consecutivo. Según las cuentas del moyanismo, tendrían la cantidad de votos suficientes para conseguir su reelección.
“Puede que tengan los votos suficientes, pero nunca se trató de números sino de consensos . En 2008 nosotros lo apoyamos a Moyano no porque tuviera más votos sino porque creímos que era el dirigente para ese momento”, dijo un dirigente metalúrgico. Y completó: “Hoy estamos en otro momento. Entendemos que en esta etapa un gremio de la industria debería estar al frente de la CGT”.
De los principales gremios que no están con Moyano, el único que se opondría a que Caló sea el nuevo secretario general de la central sindical es la poderosa SMATA. ¿La razón? La histórica rivalidad entre ambos gremios.
